MADRID, 10 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha advertido de que Turquía no está en capacidad de hacer frente a una nueva ola migratoria desde Siria, en un intento por defender la creación de una zona segura al otro lado de la frontera que permita contener el potencial desplazamiento de miles de personas, principalmente desde la región de Idlib.
"Esperamos que Estados Unidos esté de nuestro lado en los trabajos para combatir el terrorismo y establecer zonas seguras para migrantes", ha reclamado Erdogan durante un acto en Ankara, coincidiendo con la visita a Turquía del secretario de Comercio norteamericano, Wilbur Ross.
Los dos países acercaron posturas hace más de un mes con vistas a establecer esa zona segura y crear un corredor humanitario para posibles retornos, pero las relaciones siguen tensas por las diferencias sobre sus respectivas implicaciones militares, ya que Estados Unidos respalda a las Fuerzas Democráticas Sirias, dominadas por las Unidades de Protección Popular (YPG) kurdas.
El ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, ha considerado un "buen comienzo", el principio de acuerdo con Estados Unidos, que también incluía un centro de operaciones conjunto, pero ha acusado a Washington de incumplir sus promesas por su alianza con las YPG, según la agencia de noticias oficial Anatolia.
"Los pasos dados o lo que se ha dicho que se va a hacer son solo medidas cosméticas", ha lamentado Cavusoglu, que se ha visto este martes con su homólogo montenegrino. El ministro ha subrayado que Turquía es "muy clara" en sus planteamientos y ve en la presencia de grupos terroristas en la zona norte de Siria como un "problema de seguridad".