El Gobierno sirio condena la "traicionera agresión" contra complejos gubernamentales y responsabiliza a Israel de la escalada
MADRID, 16 Jul. (EUROPA PRESS) -
Al menos tres personas han muerto y 34 han resultado heridas en los bombardeos llevados a cabo este miércoles por el Ejército de Israel contra la sede del Ejército de Siria y la zona del Palacio Presidencial, en Damasco, según un balance provisional proporcionado por el Ministerio de Sanidad sirio.
El Gobierno de transición, a través del Ministerio de Exteriores, ha condenado "enérgicamente, con la mayor severidad, la traicionera agresión israelí dirigida contra instituciones gubernamentales e instalaciones civiles" tanto en la capital como en la gobernación de Sueida, foco de combates entre drusos y beduinos que en los últimos tres días se han saldado con la vida de más de 260 personas.
"Este flagrante ataque, que forma parte de una política deliberada de la entidad israelí para exacerbar las tensiones, sembrar el caos y socavar la seguridad y al estabilidad en Siria, constituye una flagrante violación de la Carta de Naciones Unidas y del Derecho Internacional Humanitario", ha denunciado.
El Ejecutivo ha responsabilizado "plenamente" a Israel "de esta peligrosa escalada y sus consecuencias, y ha sostenido "que conserva todos sus legítimos derechos a defender su territorio y a su pueblo por todos los medios permitidos por el Derecho Internacional".
La cartera diplomática también ha instado a la comunidad internacional a "asumir sus responsabilidades y a tomar medidas urgentes y concretas para poner fin a los reiterados actos de agresión de Israel contra el territorio de un Estado soberano y miembro de Naciones Unidas".
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han explicado a través de un comunicado que han atacado el cuartel general donde "los comandantes del régimen sirio dirigen los combates y envían fuerzas del régimen" a la gobernación de Sueida, así como "un objetivo militar" en la zona de Palacio Presidencial.
Posteriormente, han continuado sus ataques contra supuestos objetivos militares en el sur de Siria, incluidos vehículos blindados equipados con ametralladoras pesadas y armas de fuego, así como posiciones de tiro y depósitos de armas. "Continuamos monitorizando los acontecimientos contra la población drusa y (...) estamos preparados para diversos escenarios", ha agregado.
GUTERRES, "ALARMADO POR LA CONTINUA ESCALADA"
El secretario general de la ONU, António Guterres, se ha mostrado "alarmado por la continua escalada de violencia" en Sueida, que se ha cobrado la vida de cientos de personas, incluidos civiles, y ha herido y desplazado a muchas más", mientras que ha reiterado su llamamiento a "la desescalada inmediata de la violencia y la adopción de medidas urgentes para restablecer la calma".
"Condena inequívocamente toda violencia contra la población civil, incluidos los informes de asesinatos arbitrarios y los actos que avivan las tensiones sectarias y privan al pueblo sirio de la oportunidad de alcanzar la paz y la reconciliación tras 14 años de brutal conflicto", ha declarado el portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric.
El jefe de Naciones Unidas, que ha tomado nota de la declaración de la Presidencia siria sobre su compromiso para exigir responsabilidades, ha vuelto a pedir transparencia en el proceso de investigación de los hechos.
Asimismo, ha condenado la escalada de ataques aéreos israelíes, así como el redespliegue de tropas israelíes en los Altos del Golán, al tiempo que ha exigido el "cese inmediato de todas las violaciones a la soberanía y la integridad territorial de Siria".
Los enfrentamientos en Sueida han llevado a Israel a lanzar varios bombardeos contra Siria, en lo que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha enmarcado en una serie de acciones para "salvar" a los miembros de la minoría drusa.
Las autoridades instauradas tras la caída de Al Assad a causa de una ofensiva de yihadistas y rebeldes encabezados por Hayat Tahrir al Sham (HTS) han hecho frente a diversos problemas de seguridad, algunos de ellos de tinte sectario, pese a las promesas del nuevo presidente de transición y antiguo líder de HTS, Ahmed al Shara --antes conocido como Abú Mohamed al Golani--, para estabilizar la situación.