MADRID, 24 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha denunciado este miércoles la muerte violenta de dos niños en el campamento de desplazados de Al Hol, ubicado en el noreste de Siria.
Según ha trasladado el representante de UNICEF en Siria, Bo Viktor Nylund, uno de los niños, de 15 años, falleció por un "acto de violencia". Por su parte, hace dos semanas, otro niño de 16 años fue asesinado "a tiros".
"La situación de la seguridad en el campamento es alarmante", ha advertido, subrayando que se tiene información del asesinato de 40 adultos y dos niños desde principios de año. De ellos, 16 se han constatado sólo durante marzo.
Así, UNICEF ha pedido a las autoridades a cargo del campamento, que alberga a cerca de 40.000 niños sirios y extranjeros, que "garanticen la seguridad de los niños y de todos los residentes del campamento".
"Este reciente aumento de la violencia en el campamento destaca la urgente necesidad de soluciones a más largo plazo para los niños de Al Hol", ha reiterado el representante de la agencia de la ONU en Siria. "Los niños sirios deben reintegrarse de manera segura en sus comunidades locales y los niños extranjeros deben ser repatriados a sus países de origen garantizando su seguridad y dignidad", ha concluido.
Naciones Unidas expresó en enero su "grave preocupación" por el deterioro de la situación de seguridad en el campamento de Al Hol, que acoge a miles de familiares de presuntos miembros del grupo yihadista Estado Islámico.
El campamento, en el que residen cerca de 62.000 personas, es el más grande para refugiados y desplazados internos en Siria, con un 80 por ciento de su población integrada por mujeres y niños, según los datos que maneja el organismo internacional.
La seguridad del campamento recae sobre las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), cuyo componente principal son las Unidades de Protección Popular (YPG), que han protestado en numerosas ocasiones por la falta de apoyo para hacer frente a esta situación, marcada por incidentes de seguridad, ataques e intentos de fuga durante los últimos meses.
Las FDS, apoyadas por la coalición internacional que lidera Estados Unidos, tomaron en marzo de 2019 la ciudad siria de Baghuz (este), lo que supuso la caída del califato territorial de Estado Islámico, que perdió así todas las zonas que controlaba en Siria e Irak, tras su derrota en este país en diciembre de 2017.