MADRID, 28 Abr. (EUROPA PRESS) -
Naciones Unidas ha cifrado este miércoles en entre 60.000 y 100.000 los desplazados a causa de los enfrentamientos registrados recientemente en la capital de Somalia, Mogadiscio, en medio de la grave crisis política en el país por el fin en febrero del mandato del presidente, Mohamed Abdulahi Mohamed, sin que se hayan celebrado elecciones.
"Estoy extremadamente preocupado por el deterioro de la situación de seguridad en Mogadiscio", ha valorado el coordinador humanitario en funciones para Somalia, César Arroyo, según un comunicado publicado por su oficina, que ha agregado que entre los desplazados figuran personas que llegaron a la ciudad huyendo de la violencia en otros puntos del país.
"Al margen del desplazamiento de civiles inocentes, la violencia inicial ha creado incertidumbre y miedo por la alteración de la asistencia humanitaria a cientos de miles de personas vulnerables en la ciudad", ha valorado.
La oficina de Arroyo ha alertado de que el desplazamiento de población a causa del conflicto ha aumentado este año y ha apuntado que desde enero cerca de 173.000 personas han huido de sus hogares, cerca de dos tercios de esta cifra a causa de la violencia.
"El conflicto armado está al alza y afecta de forma desproporcionada a los más vulnerables", ha dicho Arroyo, quien ha hecho hincapié en que "al contrario que durante los últimos dos años, la mayoría del desplazamiento en Somalia este año está relacionado con el conflicto".
"Pido a las partes en conflicto que respeten el Derecho Humanitario y sus obligaciones para proteger a los civiles", ha manifestado, antes de apuntar que "los socios humanitarios están movilizando su respuesta ante la situación".
En este sentido, ha manifestado que "se hace frente a desafíos insuperables debido a las limitaciones de acceso y la inseguridad en la ciudad" y ha añadido que "para entregar ayuda de forma efectiva debe haber un acceso sin restricciones a las personas que necesitan ayuda y debe garantizarse la seguridad del personal".
Por su parte, el primer ministro de Somalia, Mohamed Hussein Roble, ha hecho durante la jornada un llamamiento a los miles de desplazados por los recientes enfrentamientos a que vuelven a la ciudad, después de que el mandatario, conocido como 'Farmajo', cediera a las presiones y abogara por un proceso de conversaciones, según ha informado la emisora somalí Radio Shabelle.
El presidente somalí hizo el martes un llamamiento a los firmantes del acuerdo del 17 de septiembre de 2020 para la organización de las elecciones a retomar las conversaciones para garantizar la celebración de comicios, ante las críticas de la oposición y la comunidad internacional por la prórroga de su mandato sin pasar por las urnas.
De esta forma, 'Farmajo' reseñó que "siempre" ha estado comprometido con la celebración de elecciones pese al fracaso de las conversaciones para la materialización del acuerdo, criticado por la oposición y los estados de Jubalandia y Puntlandia, entre otros asuntos por la formación de una comisión encargada de su organización que consideraron favorable al presidente.
VARAPALO A 'FARMAJO'
Las declaraciones del mandatario llegaron ante el aumento de las críticas internacionales y después del duro varapalo que supuso la decisión horas antes de los presidentes de los estados de Galmadug y HirShabelle, aliados de 'Farmajo', de pronunciarse contra la extensión de su mandato.
Los líderes de Galmudug y HirShabelle, Ahmed Kaluye y Alí Guldilaue, respectivamente, habían dado inicialmente su apoyo a la decisión de la cámara baja del Parlamento, rechazada por la Cámara Alta, situación que cambió tras los combates en Mogiadiscio.
Así, incidieron en que el acuerdo de septiembre de 2020 es el único "camino claro" hacia una Somalia pacífica y prometieron "trabajar de cerca con otros líderes para hacer realidad el sueño de Somalia a través de un diálogo en nombre de la estabilidad y la prosperidad".
El propio Roble aplaudió el anuncio de Kaluye y Guldilaue y pidió a los líderes del resto de regiones del país que "se comprometan totalmente con un proceso político en el marco de los esfuerzos para celebrar unas elecciones libres e inclusivas", según ha recogido el portal Garowe Online.
REDUCCIÓN DE LAS TENSIONES
El anuncio de 'Farmajo' tuvo lugar además en un aparente intento por calmar los ánimos tras los recientes combates, en los que el Ejército se enfrentó a militares amotinados y milicias leales a algunos de los principales opositores del país africano.
La comunidad internacional hizo por ello un llamamiento a la calma durante la jornada del martes y condenó firmemente los combates, antes de recordar sus advertencias de que "la extensión de los mandatos llevaría a una crisis política y socavaría la paz, la estabilidad y la seguridad en Somalia".
"Ante la violencia del 25 de abril, pedimos a todas las partes que ejerzan la máxima contención, retomen el diálogo y eviten acciones unilaterales que puedan llevar a un mayor recrudecimiento del conflicto", afirmaron en un comunicado conjunto.
"Estamos especialmente alarmados por la creciente fragmentación en el Ejército en torno a líneas de clanes, lo que va en detrimento de su tarea principal de combatir a Al Shabaab y proteger a la población somalí", dijeron, antes de destacar que "el uso de las fuerzas de seguridad para objetivos políticos es inaceptable".
Por ello, insistieron en que el acuerdo de septiembre "es el único modelo acordado para las elecciones" y pidieron a los firmantes que "vuelvan inmediatamente a las conversaciones a partir de esta base", antes de mostrar su "respeto" a "la soberanía, la unidad, la integridad territorial y la independencia" de Somalia.