Actualizado 20/02/2015 15:00

Sospechan que el líder de 'los Urabeños' intentó colarse en los diálogos de paz en Cuba

LOS URABEÑOS
Foto: COLPRENSA

BOGOTÁ, 20 Feb. (Notimérica) -

   La captura de Abimael Coneo Martínez, alias 'Torta', presunto líder político de 'los Urabeños', habría desvelado un nuevo plan del grupo paramilitar de colarse en el proceso de paz que mantiene el gobierno de Colombia con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en La Habana, con el objetivo de negociar beneficios a cambio de desmovilizar jóvenes.

   El clan, a través de abogados, estableció contactos con funcionarios del Gobierno, asegurando que en caso de recibir beneficios similares a la guerrilla, estarían dispuestos a "desmovilizar 8.000 jóvenes". Supuestamente, 'Torta' tendría la misión de adelantar esos contactos, para lo que estaba haciendo un lobby con políticos de Venezuela, país garante de los diálogos.

   'Torta' fue detenido por la Dirección Antinarcóticos en Bucaramanga, este martes, por una orden de captura por concierto para delinquir y entrenamiento para actividades ilícitas. Fuentes judiciales indicaron que Coneo, natural de La Dorada, en Caldas, fue líder sindical y concejal de Chigorodó, en Antioquia, entre 2000 y 2002.

   "Él entró a 'los Urabeños' traído por alias 'el Indio' (Aristides Mesa Páez) y se convirtió en el jefe político, articulando toda la parte ideológica de sus bloques a nivel nacional y haciendo adoctrinamiento", ha explicado uno de los investigadores, que ha pedido no ser identificado, según ha publicado el diario 'El Colombiano'.

   Como medio para darle una imagen "política" a la estructura narcotraficante, 'Torta' habría ideado un periódico llamado 'El Gaitanista', el cual circuló en mayo del año pasado en Córdoba, Urabá y el corregimiento San Antonio de Prado de Medellín, donde actúa una de sus células.

   Su editorial, firmado por el Estado Mayor de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), el otro nombre con que se conoce a la banda, prometía escuchar "lo que tengan que decir todas las voces que posean una opinión pertinente sobre el devenir del conflicto colombiano".

   Según las evidencias en poder de la Dirección de Fiscalías contra el Crimen Organizado, "colarse" en el proceso de paz es un anhelo de 'los Urabeños', ordenado por su líder Dairo Úsuga, alias 'Otoniel'. El primer indicio de este interés quedó claro en una carta de uno de los miembros de 'los Urabeños', Henry López, alias 'Mi Sangre', incautada en el campamento donde murió el cabecilla Francisco Morelos alias 'Sarley'.

   En la carta explicaban que "los amigos presos en Estados Unidos, Macaco y Bernardo, y los que están en Colombia, me mandaron una propuesta, y es que las FARC piden un delegado de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) en la mesa y quieren que sea yo".

   Después de la misiva, repartieron un panfleto en el que se autoproclamaban el tercer actor armado y reclamaban diálogos con el Gobierno: "La sociedad y el Estado deben reconocer que además de las guerrillas, nosotros somos parte del conflicto". Por eso, "debe existir la conciencia de que mientras no formemos parte de un proceso de negociación, la paz seguirá siendo una aspiración postergada".

VOCES EN CONTRA

   La Fiscalía rechaza la idea de que deban formar parte de los diálogos. La Dirección Antinarcóticos, responsable del arresto de 'Torta' aseguró que se pronunciaría oficialmente en este sentido, pero aún no han hecho ninguna declaración.

   El profesor e integrante de la Comisión Histórica del Conflicto, Jorge Giraldo, ha considerado que "incluir a estas bandas en un proceso de paz sería improcedente, porque son una agrupación de carácter netamente delincuencial, sin ideología política. Además, habría inconvenientes sobre que herramientas jurídicas aplicarles".

   Por su parte, el ex miembro de la Comisión de Reparación, Jaime Jaramillo, ve viable un acuerdo para el sometimiento de 'los Urabeños' a cambio de beneficios judiciales, pero no en el mismo proceso de Cuba, sino aparte: "Ellos ofrecerían un sometimiento a la ley y así contribuirían a la pacificación del país".

   "Habría que establecer, a través de una comisión de buena voluntad que de confianza a las partes, el tratamiento legal que se les daría", ha añadido Jaramillo, explicando que con 'los Urabeños' sería más fácil negociar porque carecen de una agenda programática compleja como la de las FARC.