La Presidencia dice que habrá "un acto de Estado" en una fecha aún por determinar
MADRID, 17 Nov. (EUROPA PRESS) -
Sudáfrica ha iniciado este miércoles un periodo de cuatro días de luto a nivel nacional en conmemoración al expresidente Frederik Willem De Klerk, fallecido la semana pasada, periodo en el que las banderas ondearán a media asta.
El actual mandatario sudafricano, Cyril Ramaphosa, ha señalado en un comunicado que las banderas ondearán a media asta "como gesto de respeto hacia el exvicepresidente FW De Klerk".
La familia de De Klerk anunció la semana pasada que el expresidente será cremado y enterrado en una ceremonia privada, si bien las autoridades sudafricanas han adelantado que en el futuro habrá un funeral de Estado.
"El Gobierno celebrará en una fecha futura un acto de Estado en recuerdo al exvicepresidente", ha resaltado en un comunicado publicado a través de la página web de la Presidencia sudafricana.
"El Gobierno ha consultado con la familia De Klerk y con la Fundación FW De Klerk como parte de los preparativos para este acto, en el que participarán líderes del Gobierno, de los partidos políticos y representantes de la sociedad civil", ha remachado.
La figura de De Klerk sigue siendo controvertida en el país africano, especialmente entre la población negra, a pesar de que el tramo final de su legado político está marcado por una transición que le llevó a compartir en 1993 el premio Nobel de la Paz con Nelson Mandela.
De Klerk, presidente de Sudáfrica entre septiembre de 1989 y mayo de 1994, fue quien tomó la decisión de liberar al activista de prisión y ambos trabajaron para poner fin al sistema de Apartheid en el país africano. De hecho, fue vicepresidente de Mandela tras las lecciones.
La Fundación FW De Klerk publicó tras su fallecimiento un vídeo que el expresidente dejó grabado como "último mensaje al pueblo de Sudáfrica" en el que se disculpa "totalmente" por las consecuencias que tuvo el Apartheid para la población del país.
En el mismo, reconoce que durante años apoyó este sistema de segregación racial y reitera que se disculpa "sin ambages" por "el dolor, la indignidad y los daños" causados por el Apartheid, antes de incidir en que lo hace no sólo como antiguo líder del Partido Nacional, sino como persona.
"Me di cuenta de que habíamos llegado a un lugar que era injustificable desde el punto de vista moral", afirma De Klerk. "No sólo reconocimos los errores del Apartheid, sino que tomamos medidas de largo alcance para garantizar negociaciones y un nuevo modelo que pudiera traer justicia para todos", dice, antes de mostrarse "orgulloso de la Constitución" aprobada en 1996.