Publicado 19/09/2025 22:25

Ascienden a 70 los muertos por un ataque contra una mezquita en un campamento de refugiados en Sudán

Archivo - KHARTOUM, Aug. 19, 2025  -- Displaced people wait to fetch water at a water station in Tawila, North Darfur, Sudan, Aug. 8, 2025.   As the World Humanitarian Day is marked across countries on Tuesday, the Middle East and North Africa remain mire
Archivo - KHARTOUM, Aug. 19, 2025 -- Displaced people wait to fetch water at a water station in Tawila, North Darfur, Sudan, Aug. 8, 2025. As the World Humanitarian Day is marked across countries on Tuesday, the Middle East and North Africa remain mire - Europa Press/Contacto/World Food Programme

La ONU subraya que dirigir ataques intencionados contra edificios religiosos constituye un crimen de guerra

MADRID, 19 Sep. (EUROPA PRESS) -

El balance de víctimas mortales por el ataque perpetrado con un dron contra una mezquita en un campamento de desplazados ubicado en los alrededores de la ciudad sudanesa de El Fasher ha aumentado a 70, en medio de la ofensiva de las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) contra la localidad, capital de Darfur Norte, según las autoridades locales.

El Gobierno de Sudán, que ha condenado enérgicamente el "atroz atentado terrorista", ha indicado que varios fieles más han resultado heridos y que se han registrado daños en parte del edificio religioso. "Este crimen constituye una flagrante violación de los convenios internacionales que protegen los lugares de culto y a los civiles", reza un comunicado del Ministerio de Exteriores.

La cartera ministerial ha hecho "plenamente responsable" a las RSF y ha asegurado que "este acto criminal" se enmarca "en una serie de violaciones sistemáticas y actos de terrorismo perpetrados por esta milicia contra civiles, infraestructuras e instalaciones religiosas, sanitarias y educativas".

"Atacar lugares de culto, violar su santidad y asesinar a personas inocentes son características de los grupos terroristas que la comunidad internacional ha unido fuerzas para combatir", ha manifestado, antes de agregar que "la persistencia" de las RSF en la comisión "de estos crímenes terroristas es consecuencia directa de la inacción de la comunidad internacional ante sus crímenes sin precedentes y su desprecio por las resoluciones internacionales".

En este sentido, Jartum ha hecho un llamamiento a Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales comprometidas con los Derechos Humanos "para que asuman sus responsabilidades en la lucha contra este acto terrorista dirigido contra civiles indefensos". "Una condena sincera y clara de este ataque cobarde y criminal requiere medidas efectivas contra la milicia terrorista, de la misma manera que la comunidad internacional ha tratado con otros grupos terroristas similares", ha concluido.

LA ONU INSTA A PROTEGER A LOS CIVILES

La coordinadora humanitaria de la ONU para Sudán, Denise Brown, se ha mostrado "profundamente alarmada" por el ataque contra la mezquita ubicada en el campamento de Abu Shuk, subrayando que dirigir ataques intencionados contra edificios religiosos constituye un crimen de guerra.

Brown, que ha trasladado sus condolencias a los seres queridos de los fallecidos y a quienes se ven afectados por el conflicto en curso, ha sostenido que este ataque debe investigarse y los autores deben rendir cuentas.

Por otro lado, ha recordado que el asedio a El Fasher "ya ha creado una grave crisis humanitaria", que ha interrumpido el acceso de alimentos, medicamentos y otros suministros vitales. Así, ha pedido un acceso humanitario seguro para el personal y los suministros.

La guerra civil en el país africano estalló en abril de 2023 a causa de las fuertes discrepancias en torno al proceso de integración del grupo paramilitar en el seno de las Fuerzas Armadas, situación que provocó el descarrilamiento de la transición abierta tras el derrocamiento en 2019 del régimen de Omar Hasán al Bashir, ya dañado tras la asonada que derribó al entonces primer ministro, Abdalá Hamdok.

El conflicto, marcado por la intervención de varios países en apoyo a las partes en guerra, ha sumido al país en una de las mayores crisis humanitarias a nivel mundial, con millones de desplazados y refugiados y ante la alarma internacional por la propagación de enfermedades y los daños sufridos por infraestructuras críticas, que impiden atender a cientos de miles de damnificados.

Contador