MADRID 14 Ago. (EUROPA PRESS) -
Unos 30 países donantes de ayuda para Sudán, entre ellos España, han instado a las partes enfrentadas en la guerra a proteger el bienestar de los civiles que están "atrapados" en la ciudad de El Fasher y sus alrededores, en la región de Darfur, donde "la población se muere de hambre" ante el cierre total de las rutas comerciales y el bloqueo a la ayuda.
La localidad de El Fasher, en Darfur Norte, permanece asesidada por las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), una organización paramilitar que desde abril de 2023 libra un conflicto abierto con el Ejército. La ONU ya declaró en agosto de 2024 la hambruna en los campos de desplazados y la situación no ha hecho más que empeorar, hasta el punto de que se observa con especial preocupación los estragos que pueda causar la actual estación seca.
"Hasta las cocinas comunitarias, que han dado de comer a civiles de todo el país y han estado en primera línea de la respuesta humanitaria, han tenido que cerrar por falta de alimentos", reza una nota que firma por parte española el ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, José Manuel Albares, y que incluye a la comisaria europea para la Gestión de Crisis, Hadja Lahbib, y otros gobiernos europeos como el alemán, el británico o el italiano.
Además, el precio de los alimentos se ha disparado, "lo que ha provocado que las familias no puedan comprar productos básicos aunque estén disponibles" en los mercados, en un contexto de conflicto de violaciones generalizadas de Derechos Humanos que incluye niveles "alarmantes" de violencia sexual o ataques indiscriminados sobre objetivos civiles como mercados u hospitales.
A todo ello ha venido a sumarse en los últimos meses un brote de cólera que deja ya unos 2.500 fallecidos, según datos del Ministerio de Sanidad sudanés.
"Esto no puede continuar", sentencian los países firmantes, que apelan a la responsabilidad del Ejército y de las RSF para respetar el Derecho Internacional cesando las violaciones de los Derechos Humanos y garantizando el acceso "inmediato" y "condicional" de la ayuda humanitaria a todas las poblaciones que lo necesitan.
Estos gestos pasan, asimismo, por el cese del asedio en El Fasher, una pausa enlos combates y la apertura "permanente" del paso de Adré, entre otras medidas invocadas por los donantes internacionales, que han querido reconocer la "incansable" labor del personal humanitaria que, pese a las condiciones "extremadamente complicadas", han seguido intentando hacer su labor.