MADRID, 21 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Sudán ha condenado este viernes el excesivo uso de la fuerza por parte de la Policía contra miles de manifestantes que se concentraron el jueves en la capital, Jartum, y ha anunciado la apertura de una investigación para depurar responsabilidades.
El Consejo de Ministros ha señalado en un comunicado que el respeto al derecho de manifestación de los sudaneses es "clave" y ha recalcado que el mismo "es respetado" por las autoridades, según ha informado la agencia estatal sudanesa de noticias, SUNA.
Asimismo, ha pedido a cualquier persona que tenga constancia de "complots por parte de algunas fuerzas para infiltrarse en las marchas pacíficas para aprovecharse de ellas y crear confusión, violencia y caos" informe a las autoridades.
Por último, ha subrayado que las autoridades de transición "harán todo lo posible" para garantizar la libertad de expresión y manifestación de los sudaneses y garantizar la seguridad de los que participen en las movilizaciones.
Las fuerzas de seguridad reprimieron con gases lacrimógenos una protesta en Jartum para pedir el regreso a filas de soldados expulsados por haber apoyado el levantamiento popular del año pasado contra el régimen de Omar Hasán al Bashir.
En respuesta, la opositora Asociación de Profesionales de Sudán (SPA) condenó lo sucedido y destacó que la gente se había concentrado "en apoyo a oficiales honorables que se posicionaron del lado del pueblo". Así, arguyó que la población no permitirá que se reduzca el derecho a manifestación tras los avances logrados después de la caída de Al Bashir.
Asimismo, reclamó al primer ministro, Abdalá Hamdok, que cese al ministro del Interior, al jefe de la Policía y a otros altos cargos de las fuerzas de seguridad, así como la apertura de una investigación "en torno a los abusos de las fuerzas policiales", en una serie de mensajes publicados en Twitter.
La SPA reclamó que "se adopten las medidas apropiadas tras la investigación para hacer justicia a los que han sufrido esta represión y garantizar que no se repita", al tiempo que solicitó al gobierno de transición que "acelere el inicio de la reestructuración de las fuerzas regulares de forma transparente" con la oposición y la población.
Al Bashir fue derrocado en abril de 2019 tras un golpe de Estado militar y la junta surgida tras la asonada recalcó que actuaba en apoyo a los manifestantes y alcanzó un acuerdo con la oposición para crear un gobierno de transición de cara a la celebración de elecciones en un plazo de tres años.