MADRID, 4 Nov. (EUROPA PRESS) -
Alrededor de 20 personas han muerto y más de 30 han resultado heridas en enfrentamientos registrados durante los últimos días en el estado sursudanés de Warrap, situado en el centro del país, según han confirmado las autoridades locales.
John Deng Kok, comisionado del condado de Tonj Oriental ha detallado en declaraciones a la emisora Radio Tamazuj que varias aldeas han sido incendiadas en los enfrentamientos, que han implicado a miembros de las comunidad adoor, luachjang y thiik.
Así, ha detallado que los incidentes estallaron el 29 de octubre entre miembros de las comunidades adoor y luachjang, si bien posteriormente se extendieron en una serie de ataques en venganza durante los siguientes días.
"Jóvenes armados de la comunidad thiik incendiaron aldeas en Romich, Gokloch, Turagot, Malek y Piokjiak y destruyeron el tanque de agua que da suministro a los residentes", ha manifestado, antes de resaltar que ha ordenado a los luachjang que se retiren de esas zonas para evitar mayores tensiones.
Sin embargo, ha resaltado que los luachjang lanzaron nuevos ataques contra los thiik e incendiaron la aldea de Rai, antes de acusar a los políticos locales de azuzar las tensiones intercomunitarias y pedir al Gobierno central que despliegue refuerzos para contener la situación.
Los incidentes llegan tras la muerte de más de 30 personas en enfrentamientos intercomunitarios entre los thiik y los luachjand a principios de octubre en Tonj Oriental, pese a las advertencias del gobernador de Warrap, Aleu Ayeny Aleu, contra los responsables de estos sucesos.
Estos enfrentamientos suelen estar motivados por el robo de ganado y las disputas entre pastores y agricultores en las zonas más fértiles del país, especialmente a causa del aumento de la desertificación y el desplazamiento de poblaciones.
El presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, hizo a finales de diciembre de 2020 un llamamiento al fin de estos enfrentamientos para lograr restaurar la paz en el país africano tras el acuerdo de 2018 entre el presidente y el antiguo líder rebelde Riek Machar. "No hay espacio para el tribalismo", recalcó.