MADRID, 7 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Misión de Naciones Unidas en Sudán del Sur (UNMISS) ha hecho un llamamiento a los líderes políticos para que actúen y pongan fin a las tensiones que han desencadenado nuevos enfrentamientos en el estado de Ecuatoria Occidental, en concreto en el condado de Tambura.
La UNMISS ha recibido informes de tiroteos esporádicos entre grupos rivales registrados en Tambura el lunes que pusieron en peligro la vida de los civiles, crearon el riesgo de más desplazamientos y aumentaron las necesidades humanitarias de la región. Un incidente que sigue aumentando la tensión y que es la consecuencia de la violencia vivida en los últimos meses.
En este sentido, la misión de la ONU ha recordado que "la responsabilidad principal de proteger a civiles recae en los gobiernos nacionales y estatales". No obstante, está trabajando dentro de sus posibilidades para "ayudar a disuadir la violencia y consolidar la paz en las zonas afectadas".
Para esto, se ha ampliado la duración de la base temporal que se estableció en Tambura hace unas semanas cuando estallaron los combates, permitiendo al personal llevar a cabo patrullas diurnas y nocturnas, además de brindar protección a los civiles.
Con la intención de restablecer la paz en la región, la UNMISS ha instado "a los involucrados en el conflicto a que pongan fin a los combates para que se pueda restablecer la seguridad", ha pedido el representante especial de Naciones Unidas, Nicholas Haysom, que ha considerado "vital" que los líderes políticos a nivel nacional y local "tomen medidas urgentes para resolver las tensiones y unir a las comunidades para evitar más pérdidas de vidas, hogares y medios de subsistencia".
Esta inseguridad está teniendo un impacto "significativo" en la población civil, con más de 40.000 personas obligadas a huir de sus hogares.
"Esto está aumentando la demanda de asistencia humanitaria en un momento en que los recursos ya están agotados. Los trabajadores humanitarios también se encuentran atrapados en el fuego cruzado mientras intentan llevar a cabo sus tareas críticas", ha advertido Haysom, por lo que las autoridades "deben hacer más para garantizar que los trabajadores humanitarios tengan acceso seguro y sin obstáculos a los necesitados".
Más de 28.000 personas han sido desplazadas por la violencia en el condado de Tambura entre junio y agosto, informa Eye Radio, unos disturbios cuyos responsables las autoridades todavía no han identificado. Por su parte, desde el Gobierno central, la oficina del vicepresidente ha indicado que no cuenta con los recursos necesarios para iniciar un diálogo que consiga restaurar la paz en la zona.
La violencia en Tambura se da en un contexto de tensión a nivel nacional que ha llevado a protestas convocadas por la Coalición Popular para la Acción Civil que han congregado a manifestantes que exigen la dimisión del presidente, Salva Kiir, del vicepresidente, Riek Machar, y de todo el Gobierno por "fallar al país".