MADRID, 19 Dic. (EUROPA PRESS) -
La portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), Ravina Shamdasani, ha mostrado preocupación por la decisión de Tailandia de acusar a los 35 manifestantes, incluido un adolescente, detenidos en las recientes protestas de traición, por lo que podrían enfrentar penas de entre tres y 15 años de prisión.
Los arrestados han sido acusados en virtud de la disposición de lesa majestad del código penal del país, que prohíbe difamar, insultar o amenazar a la familia real.
Shamdasani ha asegurado que están "particularmente alarmados" porque la Policía presentó ayer ante el Tribunal de Menores una solicitud de orden de detención contra un activista de 16 años.
Además, la portavoz ha considerado que es "extramadamente decepcionante que después de un período de dos años sin ningún caso" de cargos por traición, "de repente estemos presenciando un gran número de casos y, sorprendentemente, ahora también contra un menor".
En este sentido, ha recordado que durante la última década, varios mecanismos de Derechos Humanos de la ONU han pedido repetidamente a Tailandia que alinee la ley de traición con las obligaciones internacionales del país.
Aunque el cargo de traición no es el único presentado contra los manifestantes detenidos, sino que también han enfrentado otros cargos penales "graves", incluida la sedición y los delitos amparados bajo la ley de delitos informáticos.
Ante esta situación, ha pedido al Gobierno de Tailandia que "detenga el uso repetido de cargos penales tan graves contra personas por ejercer sus derechos a la libertad de expresión pacífica y reunión pacífica. Las personas deberían poder ejercer estos derechos sin temor a represalias ".
Esta semana, los manifestantes de Tailandia, que han salido a las calles durante semanas para reclamar la dimisión del Gobierno y una reforma de la monarquía, anunciaron que se tomarán un descanso y retomarán las protestas en 2021, según confirmó uno de sus líderes.
Tailandia registra protestas desde julio. Además de un cambio de Gobierno y aumentar los mecanismos de control sobre la monarquía, los manifestantes también piden una reforma constitucional.