MADRID, 5 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los talibán han desmentido una acusación formulada por más de una veintena de países sobre ejecuciones extrajudiciales de antiguos miembros de las fuerzas de seguridad afganas por considerarlas como infundadas o, en el peor de los casos, basadas en actos aislados o clandestinos.
"La gente debe hablar con responsabilidad en las plataformas internacionales y citar pruebas, sin hacer afirmaciones basadas en rumores y propaganda", ha indicado el portavoz adjunto talibán Inamulá Samangani en declaraciones a la cadena afgana Tolo News.
Para los firmantes de la acusación, los casos recogidos en el informe, publicado esta semana por Human Rights Watch (HRW), "constituyen graves violaciones de los Derechos Humanos" y "contradicen" la supuesta amnistía prometida por los talibán cuando se hicieron con el poder a mediados de agosto.
"Instamos a los talibán a aplicar de manera efectiva la amnistía a antiguos miembros de las fuerzas de seguridad afganas y exfuncionarios del Gobierno para garantizar que se cumple en todo el país y por parte de todos", ha señalado este grupo de países, en el que también están la Unión Europea, Francia, Alemania, Canadá, Japón o Países Bajos.
Por su parte, el portavoz del Ministerio del Interior talibán, Qari Sayed Josti, ha reconocido casos de asesinatos de antiguos miembros de las fuerzas de seguridad del gobierno derrocado "pero por rivalidades o enemistades personales".
"Si tienen documentos y pruebas, que nos los enseñen", ha agregado el portavoz talibán antes de defender la absoluta vigencia de la amnistía emitida por la cúpula talibán.
De hecho, y según el portavoz, muchos de estos antiguos integrantes de las fuerzas de seguridad "viven ahora tranquilamente en el país" a pesar de haber "matado a cientos de combatientes (talibán) y civiles" durante las dos últimas décadas de guerra.