Actualizado 30/10/2018 14:48

Timmermans critica a líderes como Trump y Bolsonaro que "encadenan a la gente a sus miedos"

Manifestación pro Bolsonaro en Brasil
HECTOR ESTEPA / EUROPA PRESS

   Pide ver los Objetivos de Desarrollo Durable de la ONU como "el faro para el futuro"

   BRUSELAS, 30 Oct. (EUROPA PRESS) -

   El vicepresidente primero de la Comisión Europea, Frans Timmermans, ha criticado a líderes como el presidente estadounidense, Donald Trump, y el presidente electo en Brasil, Jair Bolsonaro, por "encadenar a la gente a sus miedos" con el objetivo de controlar a la sociedad y ha asegurado que no contribuyen a buscar soluciones que garanticen un futuro sostenible.

   "Por primera vez en la historia, estamos alcanzando los límites de nuestro entorno natural. Las noticias no son buenas", ha arrancado Timmermans durante una conferencia sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU y la responsabilidad social corporativa organizado por el Consejo Económico y Social europeo.

   Así, Timmermans ha alertado de que "casi todo el mundo ya respira aire que no es suficientemente limpio para ser saludable", mientras que si no se ataja ya la contaminación provocada por los plásticos de aquí a 2050 "habrá más plásticos en el océano que peces". "Si no atajamos el cambio climático, veremos cada año una climatología errática y todo tipo de desastres naturales", ha agregado.

   "Todavía estamos viviendo las consecuencias de la crisis. Mucha gente en nuestras sociedades se siente abandonada", ha avisado el también candidato a ser cabeza de lista de los Socialistas y Demócratas en las elecciones europeas para optar a ser el próximo presidente de la Comisión.

   Timmermans ha defendido la "obligación colectiva" de "responder" a los temores de quienes "se preguntan qué pasan con ellos cuando los bancos han sido rescatados y les va fenomenal, sienten que hay una distribución de la renta muy injusta, temen por sus empleos y sobre todo por el de sus hijos, temen la robótica, la inteligencia artificial y temen la rapidez con la que cambia el mundo".

   En este contexto, ha lamentado que en Occidente en la actualidad haya "dos tipos de política". "Uno se basa en ver los temores, mirar las respuestas para responder a esos temores y encontrar soluciones y otra basada en encadenar a la gente a sus temores, hacerles rehenes de sus temores y explotar estos temores" a fin de "intentar tener el control político sobre una sociedad", ha subrayado.

   "Este último tipo de políticas está teniendo algunos éxitos en Europa y fuera de Europa, en Estados Unidos, en Brasil muy recientemente", ha lamentado, en alusión a las victorias electorales del presidente estadounidense, Donald Trump, y del presidente electo en Brasil, Jair Bolsonaro.

   Timmermans ha cuestionado que este tipo de liderazgo vaya a "traer resultados duraderos" a las necesidades de la ciudadanía, al tiempo que ha lamentado que "en muchos" países europeos "la respuesta de quienes buscan soluciones constructivas, parece que no es suficientemente convincente" y hay "mucho trabajo que hacer".

   "Encadenar a la gente a sus miedos y prometerles volver a un pasado que nunca fue (mejor) traerá un futuro que no será mejor que el de hoy", ha advertido, lamentando que "la nostalgia se ha convertido en el nuevo opio para la gente". "Es algo que tenemos que resistir", ha remachado.

LOS OBJETIVOS DE DESARROLLO SOSTENIBLE, UN FARO PARA EL FUTURO

   Timmermans ha instado a ver los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU acordados en 2015 como "el faro para el futuro" y a utilizarlos "como guía para nuestras políticas", algo que el Ejecutivo comunitario ya está tratando de hacer.

   "El cambio es posible", ha asegurado el dirigente comunitario, que ha insistido en la necesidad de tener "una visión optimista del futuro" aunque va a ser "extremadamente difícil" lograrlo.

   Timmermans ha recordado así "la gran reticencia" de las empresas hace apenas cuatro años de adaptarse a un concepto de desarrollo durable, aunque ha puesto en valor que el 75 por ciento de los consejeros delegados de empresas hoy ven invertir en el desarrollo durable como "una ventaja competitiva".

   "Hoy tengo más dificultades para convencer a la gente en los Gobiernos que a los líderes de la comunidad empresarial de adaptarse a esto", ha admitido, al tiempo que también ha recordado que todos los ciudadanos apoyan la economía sostenible pero luego critican "la carga" que conllevan medidas concretas, por ejemplo para atajar los plásticos o reciclar.

   También ha recordado que los expertos multidisciplinares han dejado muy claro que "la gobernaza corporativa abierta, apoyada por las prácticas de la responsabilidad corporativa social y la rendición de cuentas corporativa, es absolutamente necesario para lograr los ODD" en 2030 y la necesidad de que Gobiernos, empresas y la UE trabajen "codo con codo con otros actores para asistir en el desarrollo e incorporación generalizada de los Derechos Humanos corporativos, la debida diligencia, en toda la comunidad empresarial".

   "Los casos recientes reflejan que hay necesidad de hacerlo. Desde el mal comportamiento del sector bancario al 'dieselgate'. Se pueden encontrar todo tipo de ejemplos donde la gente ha perdido la confianza en las acciones de las organizaciones corporativas", ha remachado, alertando de que hay una cuestión de "moralidad" en juego.

   "Estamos avanzando en la dirección correcta pero los pasos concretos que hay que dar serán un desafío para todos", ha concluido, tras poner en valor iniciativas comunitarias recientes para atajar los 'diamantes de sangre', un plan de acción para promover la financiación durable o las directrices en Derechos Humanos para las empresas.