MADRID, 11 Abr. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades de varias ciudades de la región etíope de Amhara han impuesto un toque de queda a causa de las recientes manifestaciones e incidentes violentos por el plan del Gobierno para disolver las fuerzas especiales regionales, en el marco del proceso de paz con el Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF).
El Mando de Seguridad de la ciudad de Gondar ha anunciado una serie de restricciones de movimiento tras las protestas registradas durante la jornada del domingo, incluida la prohibición de la circulación de vehículos de tres ruedas entre las 14.00 y las 6.00 horas (hora local).
Asimismo, han anunciado que está prohibido el porte de armas a personas que no estén integradas en las fuerzas de seguridad y ha impuesto que los bares y discotecas no puedan servir a los clientes a partir de las 21.00 horas (hora local), según ha recogido el diario etíope 'Addis Standard'.
Si bien Gondar ha sido el epicentro de las protestas de los últimos días, residentes en la localidad de Kobo y el opositor Movimiento Nacional de Amhara denunciaron disparos de artillería en la zona, sin que por ahora haya informaciones sobre víctimas o daños materiales.
El primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, recalcó el domingo que la decisión de disolver y reintegrar a las fuerzas especiales regionales "será aplicada en línea con los planes" y afirmó que será llevada a cabo "incluso si hay un precio que pagar", después de que el Estado Mayor etíope asegurara que su propuesta no implicaba el desarme ni la disolución de estos operativos.
Abiy señaló en un comunicado que las autoridades "adoptarán las medidas apropiadas" contra aquellos que "jueguen deliberadamente un papel de distracción" en los esfuerzos para disolver estas fuerzas, cuyo caso más notorio es el de las fuerzas especiales de la región de Amhara, que combatieron junto al Ejército contra el TPLF durante los dos años de guerra en Tigray (norte).
La propuesta ha sido planteada al hilo del acuerdo de cese de hostilidades firmado con el TPLF en noviembre de 2022 en Sudáfrica y en el marco de la puesta en marcha de pasos para la paz, incluida la creación de una administración interina en Tigray encabezada por el portavoz del grupo tigriña, Getachew Reda. Además, Abiy ha abierto la puerta a unas conversaciones con el rebelde Ejército de Liberación Oromo (OLA).
El OLA, escindido del Frente de Liberación Oromo (OLF) tras el acuerdo de paz de 2018 y aliado del TPLF en el marco de la guerra en Tigray, ha reclamado la autoría de varios ataques --especialmente en Oromía-- durante los últimos meses. El OLF luchó durante décadas por la secesión de la región de Oromía, pero en 2018 anunció que renunciaba a la lucha armada, aceptando la oferta de amnistía del primer ministro.