Publicado 29/10/2021 13:49

El TPLF promete "capturar" a los pilotos de la Fuerza Aérea de Etiopía responsables de la muerte de civiles en Tigray

Archivo - Un mercado en Tigray, Etiopía
Archivo - Un mercado en Tigray, Etiopía - SERGI REBOREDO / ZUMA PRESS / CONTACTOPHOTO

MADRID, 29 Oct. (EUROPA PRESS) -

El Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF) ha prometido este viernes "capturar" a los pilotos de los aviones de la Fuerza Aérea de Etiopía responsables de la muerte de civiles en los últimos bombardeos en la región.

El portavoz del grupo, Getachew Reda, ha emitido a través de su cuenta en la red social Twitter una advertencia "firme" a "comandantes y pilotos" etíopes "implicados activamente en la muerte de niños inocentes en Tigray".

"Os capturaremos y os llevaremos ante la justicia y ningún lugar del mundo será seguro para vosotros", ha dicho, un día después de la muerte de seis civiles en un bombardeo en la capital de Tigray, Mekelle, ante el repunte de los combates de las últimas semanas.

El Servicio de Comunicación del Gobierno etíope dijo el jueves que un bombardeo del Ejército había alcanzado "instalaciones" usadas por el TPLF para "mantener su equipamiento militar", sin pronunciarse sobre posibles víctimas a causa del ataque aéreo.

Sin embargo, dijo que el ataque había alcanzado un "barrio residencial" y alertó de que "familias enteras están entre los muertos y heridos, mientras que el portavoz de la Secretaría General de Naciones Unidas, Stéphane Dujarric, afirmó que los primeros informes recibidos apuntaban a seis muertos y 22 heridos.

Por otra parte, personal sanitario y residentes en la zona expresaron a la cadena de televisión británica BBC que el bombardeo de este jueves ha dejado seis muertos, entre los que estarían tres niños, mientras la cifra de heridos ascendería a 27, sin que las autoridades se hayan pronunciado al respecto.

El bombardeo ha sido llevado a cabo en medio de un repunte de las hostilidades en Tigray durante las últimas semanas ante una nueva ofensiva del Ejército poco después de que el primer ministro, Abiy Ahmed, tomara posesión para un segundo mandato.

El conflicto comenzó en noviembre del año pasado cuando Abiy ordenó una ofensiva militar en represalia por el ataque a la base del Ejército en Mekelle, tras meses de tensiones entre el TPLF y el Gobierno central en torno al aplazamiento de las parlamentarias, finalmente celebradas en junio y en las que Abiy logró una victoria aplastante ante los llamamientos al boicot y la falta de votación en varias zonas --entre ellas Tigray-- por la inseguridad.

Sin embargo, el TPLF logró importantes avances en junio que le permitieron recuperar Mekelle, tras lo que Abiy anunció un alto el fuego unilateral citando motivos humanitarios, rechazado por el grupo, que expandió su ofensiva a las adyacentes regiones de Amhara y Afar, haciendo temer una propagación de la guerra al resto del país.