Actualizado 05/03/2016 18:07

Tres años sin Chávez, tres años de lucha en Venezuela

Supporters of Venezuela's President Nicolas Maduro hold up photographs of Venezu
MARCO BELLO / REUTERS

   CARACAS, 5 Mar. (Notimérica) -

   Tres años han pasado desde que el icónico presidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías, falleciera. Un 5 de marzo que los venezolanos marcaron en su calendario. Tanto para mal, como para bien. La ilusión y la alegría en Venezuela ha caído en picado desde entonces, pues tres años después, los indicadores de la República Bolivariana caen en picado.

   A tres años del fallecimiento del Comandante Chávez, su legado se ha inmortalizado en América Latina. Su historia es conocida en todos los rincones. En el año 2002, tras el golpe de Estado, el presidente venezolano reunió a sus más cercanos colaboradores para trabajar con determinación para que no llegara por sorpresa nunca más una situación como la vivida.

   Tras trece años en el poder, Chávez consiguió que las personas más pobres de Venezuela fueran uno de los protagonistas de una política que durante décadas mantuvo en el olvido a los más desfavorecidos. El Comandante consiguió reducir la pobreza de un 50 a un 27 por ciento, convirtiéndose en el tema principal de su gestión.

   No obstante, la violencia en el país campaba a sus anchas y hacía que muchos vivieran con temor a salir a la calle o expresar ideas contrarias a las del máximo líder. Además, la República Bolivariana no acaparaba titulares por sus avances económicos o sociales, sino por las excentricidades de su mandatario, un líder político que utilizaba las palabras correctas en el momento correcto para ganar más adeptos día a día, pero dividiendo a un país que más tarde pagaría esta gestión.

   Chávez utilizó el petróleo como su principal baza para generar alianzas internacionales y que colocase a Venezuela en la cima de la diplomacia mundial. Los altos precios del crudo disimularon a su vez la baja productividad del sector privado, que se limitó a mantener las operaciones necesarias para sobrevivir.

   El gobierno del líder 'chavista' fue mutando en un régimen que fue mutilando poco a poco la democracia, un hecho que pasó desapercibido para la comunidad internacional pero que salió a la palestra tras su muerte, al ver que sus sucesores intentaron seguir sus pasos pero sin tanta discreción.

   Tres años después de su fallecimiento a causa de un cáncer, Venezuela es un país que está arrasado, en todos los sentidos de la palabra. Sumida en una profunda crisis económica, una escasez de alimentos y medicinas, así como una crisis política notable, el país gobernado por su sucesor, Nicolás Maduro, ve como sus ciudadanos sufren unas consecuencias que achaca a una "guerra económica" que viene de fuera, pero que no es fruto de su gestión.

   La cotización del barril de crudo se desplomó en dos años, de casi 100 dólares a 24 por barril, su nivel más bajo en 12 años. Venezuela registró en 2015 una inflación del 180 por ciento, la más alta en la historia del país, y con una caída de 7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).

   Millones de venezolanos sufren como consecuencia la escasez de alimentos, productos básicos y medicinas, lo que llevó a Nicolás Maduro a decretar en enero de este año el estado de emergencia económica, rechazado por la opositora Asamblea Nacional, pero que recibió el aval del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).

   A mediados de febrero, Maduro tomaba otra polémica decisión al anunciar una devaluación y el primer aumento en el precio de la gasolina en 20 años.

   El suministro de energía eléctrica también se encuentra en una situación crítica, y a partir de febrero se impuso un estricto plan de racionamiento eléctrico en los centros comerciales para reducir el consumo de electricidad, en medio de una persistente sequía.

   El sistema diferenciado de compra de divisas ha estimulado el mercado negro, en el que se calcula que cada día hay operaciones por más de 25 millones de dólares, con una devaluación de 200 por ciento para el bolívar, lo que contribuye a la escasez.

   La profunda crisis política se hace notar con un parlamento dominado desde principios de año por la oposición, que busca ahora la salida del presidente Maduro del cargo, la liberación de todos los presos políticos y la reanudación de medidas que lleven a Venezuela a lo más alto de la economía mundial.