MADRID, 1 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Policía tunecina ha vuelto a detener este sábado por la noche al diputado Maher Zid horas después de que fuera puesto en libertad tras su primer arresto el viernes, en el marco de la grave crisis política que atraviesa el país norteafricano.
Zid, del partido islamista Al Karama, está acusado en esta ocasión de incitar a la violencia contra las fuerzas de seguridad del Estado durante en el aeropuerto tunecino de Cartago, en marzo de este año.
Las autoridades indicaron el viernes que el político había sido detenido por vez primera en relación con un caso abierto contra él en 2018, si bien su partido recalcó que el mismo ya había sido desestimado por los tribunales, algo que, en principio, fue ratificado durante la jornada hasta que el juez decidió prolongar su detención por su presunta incitación de marzo.
Antes de su detención, Zid informó de que su arresto había venido dado por una orden de la Judicatura militar y aseguró que se entregaría en medio de lo que supone un "golpe del régimen y una violación de la Constitución".
La información, avanzada por la agencia oficial de noticias tunecina TAP, ha sido confirmada por fuentes próximas a la investigación a la cadena Mosaique FM.
"El juez de instrucción del Tribunal Militar Permanente de Túnez ha ordenado a los agentes de la subdirección de investigaciones en casos penales que extiendan la prisión preventiva del diputado Maher Zid durante otras 48 horas, con carácter renovable", según la nota.
Túnez se encuentra inmersa en este episodio de tensión desde la semana pasada, cuando el presidente, Kais Saied, comenzó a decretar una serie de medidas extraordinarias como la suspensión del Parlamento y la revocación de la inmunidad para sus miembros.
Al Karama ha criticado duramente las medidas de Saied, entre ellas el cese del primer ministro, en lo que la oposición ha caracterizado como el equivalente a un golpe de Estado.
Saied, que asumió el poder en 2019, lleva meses inmerso en una disputa política sobre las competencias del Gobierno y del Parlamento. Este domingo ha aparecido en el centro de la capital antes de dirigirse a la sede del Ministerio del Interior, y después de protagonizar esta mañañana una entrega de vacunas procedentes de Italia.
Aunque la Constitución de Túnez no permite la disolución del Parlamento, sí avala la suspensión de sus funciones durante un periodo de 30 días, algo a lo que se ha acogido el presidente del país para justificar su decisión.