MADRID, 14 Jul. (EUROPA PRESS) -
Las fuerzas de seguridad de Turquía han detenido este martes a más de una treintena de personas en una operación contra figuras del prokurdo Partido Democrático de los Pueblos (HDP) por sus presuntos vínculos con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
Fuentes de seguridad citadas por la agencia estatal turca de noticias, Anatolia, han detallado que las operaciones han sido llevadas a cabo en la provincia de Gaziantep, en el sureste del país, a raíz de una investigación contra la formación.
Asimismo, han indicado que entre los detenidos figura el presidente provincial del HDP y han agregado que todos los arrestados están siendo interrogados en el marco de las pesquisas, en las que además han sido incautados documentos.
Un portavoz del HDP ha manifestado en declaraciones a la agencia alemana de noticias DPA que la mayoría de los detenidos son mujeres activistas del partido y ha agregado que entre ellos hay tres administradores provinciales y de distrito de la formación.
Las autoridades de Turquía han cesado en los últimos meses a decenas de alcaldes del HDP por cargos de "terrorismo" y les han reemplazado con funcionarios estatales, en el marco de la campaña de represión contra los consejos locales controlados por este partido opositor.
Los parlamentarios del HDP afrontan una investigación bajo la legislación antiterrorista después de que el Parlamento aprobara poner fin a la inmunidad parlamentaria, lo que ha llevado al partido a denunciar una criminalización de sus actividades, así como una persecución política, que se habría visto facilitada tras la reforma constitucional aprobada por referéndum el 16 de abril de 2017.
De hecho, la Fiscalía de Turquía abrió a finales de febrero una investigación por "propaganda terrorista" contra el HDP tras la proyección de una fotografía del líder del PKK, Abdulá Ocalan, durante un congreso del partido.
Por su parte, el Ejército turco ha intensificado sus operaciones contra el PKK tanto en el país como en el norte de Irak desde que quedó roto el alto el fuego entre el Gobierno y el grupo armado en julio de 2015.