MADRID, 13 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha anunciado este martes una batería de restricciones para controlar la COVID-19, a la luz de un empeoramiento de las cifras de la pandemia en el país, y ha advertido sobre la posibilidad de endurecerlas si la situación epidemiológica "no mejora".
Tras una reunión con el gabinete, Erdogan ha trasladado que Turquía se cerrará parcialmente durante las dos primeras semanas del mes del Ramadán, que ha comenzado este martes. Asimismo, el Gobierno turco ha ampliado el toque de queda, que regirá de 19.00 horas a 5.00 horas (hora local) durante este intervalo temporal y ha prohibido los viajes interurbanos entre estas horas, excepto por razones esenciales.
Por otra parte, según la información recogida por el diario 'Hurriyet', se ha reintroducido la educación de forma remota para los estudiantes del país, excepto para los niños de preescolar. Además, los negocios de restauración podrán operar únicamente para llevar y no podrán celebrarse eventos como bodas hasta que pase el Ramadán.
"Es inevitable que tengamos que endurecer las medidas ante el aumento de casos", ha justificado Erdogan en rueda de prensa. El presidente también ha pedido a la población diana de la vacuna contra la COVID-19 que "aprovechen esta oportunidad de inmediato".
Las autoridades sanitarias turcas han constatado durante los últimos días un aumento de los contagios y los fallecimientos a causa de la COVID-19. Hasta el momento, el Ministerio de Salud ha confirmado más de 3,9 millones de personas contagiadas, incluidas más de 34.000 víctimas mortales desde que comenzó la pandemia.