Publicado 15/12/2020 16:01

Turquía.- Turquía dice que su industria militar seguirá desarrollándose pese a las sanciones de EEUU

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan - -/Turkish Presidency/dpa

MADRID, 15 Dic. (EUROPA PRESS) -

Las autoridades de Turquía han asegurado este martes que su industria militar seguirá desarrollándose a pesar de las recientes sanciones anunciadas por Estados Unidos por la decisión de Ankara de comprar el sistema de defensa antiaérea S-400 a Rusia.

Las sanciones afectan a la Presidencia de Industrias de Defensa (SSB) e incluyen "una prohibición de todas las licencias y autorizaciones de exportación a la empresa y la congelación de los bienes y la restricción del visado de Ismail Demir, presidente de la SSB, y de otros oficiales.

El propio Demir ha destacado este martes ante el Parlamento turco que "el desarrollo de la industria nacional continuará, quizá incluso más rápidamente". "Es este sentido, esto (las sanciones) podrían ser una alerta y una advertencia", ha agregado.

Asimismo, ha manifestado que Ankara "espera que esto no afecte demasiado a las relaciones" con Estados Unidos, según ha informado la agencia estatal turca de noticias, Anatolia, después de las advertencias de Ankara sobre el impacto de las sanciones sobre los lazos bilaterales.

El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, dijo el lunes que las sanciones fueron impuestas debido a que, "a pesar de las advertencias" de Washington, "Turquía ha procedido a la compra y a realizar pruebas con el sistema S-400 de Rusia".

"Estados Unidos ha dejado claro a Turquía al más alto nivel y en numerosas ocasiones que su compra del sistema S-400 pondría en peligro la seguridad de la tecnología y el personal militar estadounidense y entregaría fondos sustanciales al sector de defensa ruso, así como acceso a Rusia a la industria de Fuerzas Armadas y defensa de Turquía", señaló.

Pompeo recordó que la compra de este sistema ya provocó en 2019 que Turquía fuera suspendida del programa del F-35 desarrollado por la OTAN argumentando que no puede coexistir con una plataforma rusa de recopilación de información de Inteligencia dado que sería utilizada para aprender sobre sus capacidades avanzadas.

En respuesta, el Ministerio de Exteriores turco condenó en un comunicado la decisión de Washington de imponer "sanciones unilaterales" y arguyó que "las afirmaciones de Estados Unidos de que el S-400 creará una debilidad en los sistemas de la OTAN carece de base técnica".

Así, manifestó que Ankara "ha ofrecido a la OTAN que participe en el establecimiento de un grupo de trabajo técnico" para abordar la situación "de forma objetiva, realista y sin sesgo político" y lamentó que Estados Unidos "rechace aceptar la propuesta para resolver el problema a través del diálogo y la diplomacia, de una forma que beneficie a ambos aliados".

Por ello, destacó que Ankara "adoptará los pasos necesarios contra esta decisión" e "invitó" a Estados Unidos a "rectificar este grave error lo antes posible", al tiempo que mostró la disposición del Gobierno turco a "gestionar la situación a través del diálogo y la diplomacia, con el espíritu de la alianza".

Las autoridades turcas compraron el sistema antiaéreo S-400 el año pasado y el 17 de octubre llevaron a cabo su primera prueba con los misiles tierra-aire de este sistema. El S-400 es considerado uno de los mejores sistemas defensivos de su tipo con capacidad para disparar a objetivos aéreos a 400 kilómetros de distancia.

Estados Unidos y Turquía han protagonizado varios encontronazos en los últimos años, en parte por la detención de varios estadounidenses en el país y la negativa de Washington de detener y extraditar al clérigo Fetulá Gulen, que vive en Pensilvania y al que acusa del intento de golpe de Estado de 2016.

Asimismo, Washington se ha mostrado crítico con las actividades de exploración de Turquía en el Mediterráneo oriental, que han provocado tensiones con Grecia, que ha recibido el apoyo de la Unión Europea (UE).