Publicado 17/06/2021 13:58

La UA abre una investigación sobre denuncias por abusos de los DDHH en la ofensiva contra el TPLF en Tigray (Etiopía)

Archivo - Desplazados y refugiados por el conflicto en Tigray (Etiopía)
Archivo - Desplazados y refugiados por el conflicto en Tigray (Etiopía) - BYRON SMITH / GETTY IMAGES - Archivo

Etiopía dice que es un "anuncio unilateral" y apuesta por una investigación conjunta

MADRID, 17 Jun. (EUROPA PRESS) -

La Unión Africana (UA) ha anunciado la apertura de una investigación sobre las denuncias sobre abusos cometidos en el marco de la ofensiva lanzada en noviembre por el Ejército de Etiopía contra el Frente de Liberación del Pueblo de Tigray (TPLF) en la región de Tigray (norte), en la que participaron tropas de Eritrea en apoyo a las fuerzas gubernamentales.

La Comisión Africana sobre Derechos Humanos y de los Pueblos ha indicado que los trabajos de investigación arrancarán de forma oficial este mismo jueves tras la aprobación de una resolución para crear la misión de investigación de una comisión durante una sesión extraordinaria celebrada en mayo.

Así, ha resaltado que esta comisión tiene mandato para "investigar acusaciones sobre violaciones del Derecho Humanitario y recopilar toda la información relevante para determinar si las acusaciones constituyen violaciones graves y masivas de los Derechos Humanos", antes de resaltar que tendrá un mandato de tres meses, que podrían ser prorrogados.

"La comisión de investigación iniciará su trabajo en Banjul, Gambia. Llevará a cabo investigaciones sobre el terreno y los países vecinos cuando se den las condiciones", ha dicho, antes de incidir en que "se ceñirá a los principios de independencia, confidencialidad, imparcialidad, neutralidad y protección de sus colaboradores".

Por último, la Comisión Africana sobre Derechos Humanos y de los Pueblos ha reclamado la "colaboración de todos los actores" para que la comisión de investigación "pueda llevar a cabo su misión", según un comunicado publicado por la UA a través de su página web.

En respuesta, el Ministerio de Exteriores de Etiopía ha criticado la decisión y ha dicho que se trata de "un anuncio unilateral" que queda "totalmente fuera" de los términos de la invitación formulada por el Gobierno, antes de agregar que "carece de base legal".

"Mientras el Gobierno de Etiopía actuó de buena fe para facilitar las condiciones necesarias para una investigación conjunta, el anuncio unilateral sobre la creación de una comisión de investigación socava el espíritu de cooperación y los esfuerzos en marzo del Gobierno etíope para formalizar las modalidades de la citada investigación", ha dicho.

Asimismo, ha incidido en un comunicado publicado a través de su cuenta en Twitter en que el anuncio de la UA "es inconsistente con la Carta Africana sobre Derechos Humanos y de los Pueblos y con las normas de procedimiento de la propia Africana sobre Derechos Humanos y de los Pueblos".

De esta forma, ha argüido que el organismo "tiene una obligación de contactar con los estados miembro de forma constructiva y fundamentada en principios", si bien ha añadido que "aún tiene la oportunidad de rectificar este paso desafortunado y de poca ayuda y participar de buena fe en una investigación conjunta que ya ha aceptado".

"Estas acciones de poca ayuda de la comisión no harán avanzar la promoción y protección de los Derechos Humanos en el continente y socavarán la confianza mutua entre los estados miembro", ha manifestado, antes de reclamar a la comisión que "cese inmediatamente el proceso que ha lanzado, que Etiopía no reconoce".

Desde el inicio de la ofensiva se han sucedido las denuncias contra tropas etíopes y eritreas sobre su supuesto papel en abusos de los Derechos Humanos en la región de Tigray. Adís Abeba aseguró a principios de junio que las tropas del país vecino habían iniciado el repliegue, en medio de los llamamientos internacionales a tal fin.

Por su parte, el fiscal general de Etiopía, Gedion Temotiwos, resaltó que las autoridades han presentado cargos contra 28 militares por su supuesto papel en asesinatos y de otros 25 por presuntas agresiones sexuales contra civiles en el marco de la ofensiva contra el TPLF.

CRÍTICAS DE ERITREA A LA ONU

En otro orden de cosas, la misión de Eritrea ante Naciones Unidas ha criticado al organismo por las "acusaciones infundadas" vertidas contra Asmara en la reciente sesión a puerta cerrada en el Consejo de Seguridad de la ONU, incluidas las relacionadas con un supuesto uso del hambre como arma de guerra.

El jefe de Asuntos Humanitarios de la ONU, Mark Lowcock, afirmó recientemente que "ya hay hambruna en Tigray" y afirmó que el hambre era usada como arma de guerra y las violaciones eran llevadas a cabo de forma sistemática contra mujeres y niñas en el marco de la ofensiva en la región.

Sin embargo, Eritrea ha criticado la "desafortunada y opaca metodología" utilizada durante la preparación del informe y ha resaltado que Asmara "no ha tenido la oportunidad de presentar su visión sobre los asuntos planteados", antes de asegurar que "nunca ha impedido el acceso humanitaria en Tigray".

"Eritrea nunca ha usado la comida como un arma de guerra, ni siquiera durante los días oscuros de la lucha o durante la guerra con Etiopía entre 1998 y 2000. Este es un hecho bien conocido. Las acusaciones infundadas de parte de ciertas fuerzas contra Eritrea están destinadas a fines políticos", ha criticado.

Por ello, ha criticado a Lowcock por las "reiteradas acusaciones infundadas vertidas desde que se inició la crisis" y ha recordado que ya presentó una nota de protesta por la "postura sesgada" de Lowcock, antes de incidir que el último encuentro en el Consejo de Seguridad "presenta cuestiones profundas sobre los motivos e intenciones de ciertas potencias".

"Eritrea entiende que la reunión fue preparada para dar una plataforma al jefe saliente de la OCHA, que tiene un hacha para golpear a Eritrea por razones que sólo el conoce", ha argüido, al tiempo que ha rechazado la "incansable y gratuita campaña de culpas" contra el país africano para "minimizar los graves crímenes del TPLF".

"En estos momentos cruciales, azuzar un mayor conflicto y desestabilización a través de interferencias no deseadas y actos de intimidación, en violación del Derecho Internacional y la soberanía de los países de la región, es inaceptable, bajo cualquier tipo de disfraz", ha remachado.

La ofensiva en Tigray arrancó el 4 de noviembre por orden del primer ministro en respuesta a un ataque del TPLF --que entonces gobernaba en Tigray-- contra una base del Ejército en la capital regional, Mekelle, que se saldó con la muerte de un importante número de militares etíopes.

Los combates han provocado una grave crisis humanitaria, con el desplazamiento de decenas de miles de personas y la destrucción de parte de la infraestructura, lo que ha hecho saltar las alarmas entre la comunidad internacional.