MADRID, 5 Nov. (EUROPA PRESS) -
El portavoz de la Presidencia de Rusia, Dimitri Peskov, ha asegurado este martes que su Gobierno ve "preocupante" que las Fuerzas Armadas ucranianas hayan retrasado la retirada de tropas de las localidades de Zolote y Petrovske, situadas en el este de Ucrania, ha informado la agencia de noticias rusa Sputnik.
"Por supuesto, cualquier informe de que la separación de las fuerzas falla resulta preocupante", ha afirmado el portavoz del Kremlin. Peskov ha dicho que el Gobierno de Moscú espera que, pese a las dificultades, el proceso de retirada de fuerzas militares del este de Ucrania se complete con éxito. "Seguimos muy de cerca la situación", ha señalado.
Este lunes, Boris Grizlov, representante de Rusia en el llamado Grupo de Contacto Trilateral (Rusia, Ucrania y la OSCE), informó de que el Gobierno de Kiev decidió suspender la retirada de tropas en la localidad de Petrovske, una decisión que supone un incumplimiento de lo acordado.
El diplomático ruso señaló que las autoridades ucranianas no han puesto en marcha el proceso de retirada de Petrovske, previsto para el lunes, a pesar de que las autoridades separatistas de la región de Donetsk habían mostrado su disposición al repliegue.
La semana pasada, la operación conjunta de las Fuerzas Armadas ucranianas informó de que las tropas completaron su repliegue de la localidad de Zolote, también en el este de Ucrania. Un portavoz del mando militar conjunto ucraniano señaló que en los próximos 30 días se desmantelarán las posiciones e instalaciones de las tropas ucranianas y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) supervisará el desmantelamiento de las posiciones del bando contrario.
El Gobierno de Ucrania mantiene en el este de su territorio una operación militar contra los milicianos separatistas prorrusos situados en las regiones de Donetsk y Lugansk.
Los acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015 por el Grupo de Contacto Trilateral y representantes de Donetsk y Lugansk, sentaron las bases para una solución política al conflicto, pero no han derivado hasta ahora en el final de la guerra que, según la estimación de Naciones Unidas, ha acabado con la vida de 13.000 personas.