BRUSELAS, 17 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los ministros de Pesca de la Unión Europea continúan negociando las posibilidades de pesca en el océano Atlántico y el Mar del Norte para 2020 casi once horas después de que comenzase la segunda jornada de reuniones, en la que ya rechazaron una primera propuesta de compromiso.
La sesión comenzó a las 9.30 horas del martes y sobre la mesa de los ministros estaba un documento preparado por Finlandia en su papel de presidencia de turno de la UE. La propuesta fue rechazada por las capitales europeas. Aunque contenía "importantes avances", España consideraba que no era lo suficientemente buena para sus intereses.
Este documento aliviaba el recorte para las capturas de merluza sur, que se pesca en el Cantábrico, al 10%, frente al 20% que propuso la Comisión Europea. Con respecto al jurel capturado al sur de Finisterre, otra de las prioridades de España, se planteaba mantener la cuota de este año en lugar de la reducción del 50% por la que abogaba Bruselas.
"Queda mucho por hacer, queda mucho por delante, incluida la noche, y creemos que es necesario todavía avanzar bastante", ha expresado la secretaria general de Pesca, Alicia Villauriz, poco después de que los Veintiocho tumbaran el documento.
Desde entonces, Helsinki ha trabajado "duro" durante toda la tarde, según fuentes finlandesas, para poder elaborar una segunda propuesta que satisfaga a todas las capitales. Durante todas estas horas la presidencia de turno y la Comisión Europea se han entrevistado con los Estados miembros, mientras que las delegaciones nacionales han mantenido contactos bilaterales para encauzar las negociaciones.
La española, encabezada por el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, se ha reunido sobre todo con las delegaciones de Francia, Portugal y Bélgica para intentar tejer alianzas.
A pesar de ello, fuentes europeas consideran que un acuerdo antes de las 2.00 de la madrugada del miércoles sería un acuerdo "rápido", por lo que las negociaciones podrían extenderse todavía durante horas.
Además de la merluza del Cantábrico y el jurel sur, las prioridades de España pasan por conseguir aliviar la reducción del 42% que el Ejecutivo comunitario planteó para el jurel del Cantábrico y tener un acceso suficiente al bacalao del mar Céltico, stock para el que España tiene cuota cero, con el objetivo de que su captura no 'estrangule' la actividad de los buques españoles por la obligación de desembarco.