Actualizado 25/05/2018 14:26

El uribista Duque y el izquierdista Petro, los dos candidatos a presidir Colombia y sustituir a Santos

Colombian presidential candidates Humberto de la Calle, Ivan Duque, German Varga
Reuters

   MADRID, 25 May. (OTR/PRESS) -

   Más de 36 millones de colombianos están llamados a las urnas el domingo para decidir quien ocupará la presidencia del país, si el uribista conservador Iván Duque, o el izquierdista Gustavo Petro, los dos únicos candidatos que tienen opciones de pasar a una segunda vuelta prevista para el 17 de junio.

   Además de los dos aspirantes mejor posicionados, también concurren Sergio Fajardo de la 'Coalición Colombia', Humberto de la Calle del 'Partido Liberal' y Germán Vargas de 'Mejor Vargas Llera'.

   Ambos, Duque y Petro, aparecen en los primeros lugares de todos los estudios demoscópicos y son los dos extremos ideológicos existentes en los comicios que se celebrarán el 27 de mayo.

   Al uribista le otorgan de media el 35 por ciento de los votos, frente al 26 por ciento que le conceden a Petro.

   El excrongresista Iván Duque, militante del partido 'Centro Democrático', fundado por el expresidente Álvaro Uribe, se postula como favorito a sustituir al actual mandatario, Juan Manuel Santos.

   Este conservador, amante de la música y de sonrisa fácil, encabeza las encuestas por delante de Petro, su principal rival. Los sondeos de opinión le otorgan una ventaja de 10 puntos por delante del exalcalde de Bogotá.

   Duque, abogado de 41 años, es doctor en Derecho Económico en la American University y Maestría en Gerencia de Políticas Públicas en la Universidad de Georgetown. Empezó su carrera en 1999 como consultor en la Corporación Andina de Fomento y posteriormente fue asesor de Hacienda durante el gobierno de Andrés Pastrana.

   Sus detractores alegan que una victoria de Duque sería lo mismo que facilitar un tercer mandato de Uribe, mientras él se empeña en asegurar que se siente orgulloso del respaldo del expresidente, pero que "Uribe es Uribe, y Duque es Duque".

   El mensaje más repetido del candidato conservador es alentar a sus conciudadanos a que voten "para que Colombia no sea otra Venezuela", tratando de identificar al aspirante izquierdista Gustavo Petro con las políticas de Nicolás Maduro.

   Políticos de otras formaciones también se han empeñado en relacionar a Petro con el denominado "castrochavismo" y con Venezuela para restarle credibilidad.

   Para Petro, exguerrillero y exalcalde de la capital colombiana, la crisis que padece el país es su principal argumento de campaña, pero nunca antes en Colombia ha triunfado un candidato de izquierdas. La cuestión para muchos es saber si Petro podrá romper con esta tendencia aunque las encuestas no le den ánimos de hacerse con la victoria, ni en primera, ni en una segunda vuelta.

   Según expertos políticos de la cadena 'BBC', existen varias causas que identifican las razones de porqué a la izquierda no le ha ido bien a lo largo de la historia electoral de Colombia.

   Por un lado, las élites políticas son muy cerradas y están muy arraigadas. Además, las guerrillas que han llevado al país a un largo y sangriento conflicto armado siempre han enarbolado la bandera del socialismo.

   Las élites colombianas han demostrado a los largo de los años una enorme habilidad para mantenerse en el poder, como la creación de la alianza de los dos partidos hegemónicos desde 1958 hasta 1974 y que crearon el Frente Nacional.

   Gracias al pacto, el partido Liberal y el Conservador se alternaron en el poder durante esos años y después de la década de los 70 se inició una etapa bipartidista que se mantendría durante todo el siglo XX.

   Fue precisamente Álvaro Uribe quien rompió con la tendencia. Ahora, el expresidente hace campaña a favor de su pupilo Duque frente al izquierdista Petro.

   En Colombia nunca se han vivido revoluciones como la de México en 1910, Bolivia, Argentina, Chile o Venezuela.

   Puede que las peculiaridades colombianas hagan que sus ciudadanos tengan cierto miedo a las políticas de izquierdas, identificadas con las guerrillas, y que los ejemplos de países vecinos como Venezuela, Ecuador o Bolivia no sirvan como un buen ejemplo de naciones solventes en el panorama internacional.

   La derecha ha utilizado siempre el argumento de que los partidos izquierdistas se dan la mano con la violencia y las armas y siempre les ha funcionado.

   Para el presidente Santos, "es mejor tener a las FARC haciendo campaña, que matando o secuestrando", pero otra cosa es que ganen y gobiernen el país.

   El conflicto armado en Colombia, con el que han convivido durante más de seis décadas y que aún tiene algunos coletazos, tiene bastante que ver con las intenciones políticas.

   Las elecciones presidenciales del domingo, junto con las legislativas realizadas el pasado marzo, son las primeras que se realizan sin las FARC como guerrilla, sino como partido político. Pasaron de ser las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia a llamarse Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común.

   Aunque las fichas del tablero no juegan a favor de Petro, llegó a liderar las encuestas en determinados momentos de la carrera electoral y es el favorito para pasar con Duque a un asegunda vuelta.

   Petro ha sido el último de los aspirantes a la presidencia en hacer pública su declaración de la renta, y lo hizo a través de la red social Facebook. Según los datos, es el candidato con menor patrimonio líquido y el que tiene las mayores deudas.

   Sus contrincantes le recuerdan permanentemente su pasado guerrillero y su ambigüedad respecto a Venezuela, aunque últimamente se ha desmarcado de las políticas chavistas y ha llegado a acusar a Nicolás Maduro de haber destruido la economía del país caribeño y a su presidente de haber utilizado el poder para enriquecerse.

   Pese a que Petro ha utilizado un tono más conciliador y moderado destinado a ganar el voto de los indecisos, está por determinarse el domingo si es capaz de romper la tendencia y dar un vuelco a los sondeos.