ROMA 5 May. (EUROPA PRESS) -
El cardenal destituido Angelo Becciu, acusado por la Fiscalía del Vaticano de malversación de fondos y extorsión, declarará este jueves ante la justicia vaticana por la compra irregular de un inmueble en Londres, que acarreará unas pérdidas de 217 millones de euros al Vaticano.
Becciu, que ha recibido un permiso directo del Papa para romper el secreto pontificio y poder defender su posición, se sentará en el banquillo de los acusados del tribunal del Vaticano para responder al interrogatorio del fiscal y del tribunal sobre su papel en el presunto uso fraudulento de fondos de la Secretaría de Estado.
El exprefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, a quien el Papa cesó de su cargo en septiembre de 2020 en un gesto insólito en el que le fueron también cancelados sus "derechos relacionados con el cardenalato", deberá explicar en sede judicial su implicación en el escándalo financiero de Londres, es decir, la compra opaca de un lujoso edificio en Londres, en Sloane Avenue, con operaciones irregulares que incluyen supuesta malversación de fondos del Vaticano, según las investigaciones.
El equipo legal de Becciu había presentado objeciones al tribunal para declarar sobre la contratación de Cecilia Marogna que, según las investigaciones, recibió hasta 500.000 euros de los fondos de la Secretaría de Estado gestionados por Becciu entre 2011 y 2018, cuando era el sustituto encargado de ese organismo que hace las funciones de gabinete del primer ministro.
Marogna, titular de una sociedad con sede fiscal en Eslovenia que se ocupa de misiones humanitarias en África y Asia, ha defendido ante la prensa italiana que con el dinero recibido gracias a la intervención de Becciu orquestó la instalación de una red de diplomacia paralela a la que tiene desplegada la Santa Sede con nunciaturas por todo el mundo en los países del norte de África y Oriente Medio.
La 'dama del cardenal', como la han bautizado los periódicos italianos, se ha defendido de las acusaciones asegurando que ejercía un trabajo como mediadora, sobre todo, en casos de religiosos secuestrados. Sin embargo, las investigaciones han revelado que los fondos de la Secretaría de Estado, a los que Becciu tenía acceso ilimitado y de los que hacía uso sin responder ante nadie, fueron usados por la mujer para comprar bolsos, zapatos y hasta un sofá de piel, además de otros artículos de lujo.
Marogna alegó que los objetos de lujo fueron usados como regalos en viajes diplomáticos y otros gastos de representación. Entre los documentos que fueron filtrados por los medios italianos, hay una carta en la que Becciu muestra una "profunda estima" y "confianza" en Marogna.