MADRID 17 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Papa León XIV ha pedido la "unidad" entre los creyentes y ha precisado que Roma y Constantinopla no deben competir por la primacía. Así lo ha indicado este jueves en sus palabras a los participantes en la peregrinación ecuménica ortodoxa-católica de los EEUU, a los que ha recibido en Castel Gandolfo.
"Roma, Constantinopla y todas las demás Sedes no están llamadas a disputarse la primacía, para no correr el riesgo de encontrarnos como los discípulos que, en el camino, precisamente mientras Jesús anunciaba su pasión inminente, discutían sobre quién de ellos era el más grande", ha precisado en su discurso.
Según ha precisado el Pontífice, el Símbolo de la fe adoptado por los Padres reunidos sigue siendo, junto con las adiciones aportadas por el Concilio de Constantinopla en el año 381, patrimonio común de todos los cristianos, para muchos de los cuales el Credo es parte integrante de las celebraciones litúrgicas.
Además, ha destacado que "por una providencial coincidencia", este año los dos calendarios en uso en sus Iglesias coinciden, de modo que han podido cantar al unísono el Aleluya pascual. "¡Cristo ha resucitado! ¡Ha resucitado verdaderamente!", ha exclamado.
El grupo de peregrinación, encabezado por el cardenal Joseph William Tobin, arzobispo de Newark, y el metropolitano Elpidophoros, arzobispo ortodoxo de América, visitará primero Roma, donde se encuentran las tumbas de los apóstoles Pedro y Pablo, y luego Estambul, donde venerarán la tumba del apóstol Andrés, considerado el fundador de la sede ortodoxa de Constantinopla.
Por ello, el Papa les ha pedido que lleven su saludo y su "abrazo, de paz", a su "hermano el patriarca Bartolomé", que participó en la Santa Misa de inicio de su pontificado. "Espero poder volver a encontrarnos dentro de unos meses para participar en la conmemoración ecuménica del aniversario del Concilio de Nicea", ha apuntado.
León XIV elogió el progreso alcanzado hasta la fecha en el movimiento ecuménico, señalando que la peregrinación conjunta de católicos y ortodoxos estadounidenses también es una expresión de ello. "A veces damos por sentados estos signos de compartir y comunión", ha indicado el Papa. Y aunque ha añadido que "aún no significan la unidad plena, ya son una expresión del progreso teológico y del diálogo de caridad que han caracterizado las últimas décadas".
El Papa citó como un paso significativo el encuentro de 1965 entre su predecesor, Pablo VI, y el patriarca Atenágoras en Jerusalén, durante el cual ambos levantaron su mutua excomunión tras el cisma de 1054.