Actualizado 20/08/2012 21:54

Venezuela.- Capriles asegura que Chávez se cree Dios y confía en que será derrotado en las elecciones presidenciales

Henrique Capriles Radonski
CEDIDA POR PRENSA HCR


GÜIGÜE (VENEZUELA), 20 Ago. (Reuters/EP) -

El líder opositor venezolano, Henrique Capriles Radonski, ha denunciado que el presidente, Hugo Chávez, se cree Dios y, por tanto, siente que está por encima de sus connacionales, lo cual podría pasarle factura en las elecciones que se celebrarán el próximo 7 de octubre y en las que aspira a un nuevo mandato de seis años.

Chávez "cree que está por encima de los venezolanos y a la par de Dios. Todo esto tiene un costo. Y el 7 de octubre veremos el reflejo", ha dicho Capriles en una entrevista con Reuters a bordo del autobús que le ha llevado a decenas de pueblos en Venezuela.

Diferentes encuestas colocan a Chávez de primero en las preferencias con una diferencia de hasta 20 puntos porcentuales sobre Capriles. Sin embargo, el líder opositor, candidato por la coalición de partidos que forman la Mesa de Unidad Democrática (MUD), se siente confiado en que podrá convertirse en el nuevo presidente de Venezuela.

"Yo no veo una final de fotografía (...) Nosotros podemos tener una victoria contundente", ha afirmado Capriles, quien fue el presidente más joven en la historia del extinto Congreso de la República. "Nunca he perdido una elección", ha recordado, haciendo alusión a las elecciones que ganó para convertirse en diputado, alcalde y gobernador.

Así, ha desestimado la ventaja de dos dígitos y mantiene su frenética campaña a lo largo y ancho del país visitando hasta seis pueblos por día a un ritmo que Chávez, tras un año de tratamiento contra el cáncer, no ha podido igualar.

Para Capriles, de 40 años, esa será la clave: su "presencia física" vencerá a los carteles del mandatario, que inundan las calles de esa nación petrolera.

El abogado comenzó una fulgurante carrera política a los 26 años. Fue diputado, alcalde y, a partir de 2008, gobernador del populoso estado Miranda (centro), vecino de Caracas, tras vencer contra todo pronóstico a uno de los hombres fuertes del 'chavismo'.

Capriles niega día tras día que su plan de Gobierno incluya terminar con los planes de asistencia social, que son la base de la alta popularidad de Chávez, pero asegura que sí acabará con la inseguridad, la corrupción y la falta de empleos de calidad.

Pese a su optimismo, nadie en Venezuela puede desdeñar el fabuloso aparato político de Chávez, que goza de un núcleo duro de seguidores que puede llenar las calles del centro de Caracas en cuestión de horas.

A LA CAZA DE DESCONTENTOS

La coalición opositora, consciente de que sus agrias divisiones internas fueron durante años su mayor debilidad, logró unirse en torno a Capriles tras unas inéditas primarias a las que acudieron a votar más de tres millones de personas.

Capriles ha visitado unos 160 pueblos desde que arrancó la campaña el pasado julio con una misión clara: seducir a partidarios de Chávez desencantados por la excesiva burocracia y la corrupción del Gobierno y que el propio presidente denunció y juró eliminar si resultaba reelecto.

"Sé que la mayor parte de estos pueblos son pueblos a los que se le han hecho promesas que no se le han cumplido, que hay mucha decepción", sostuvo Capriles, a quien el Gobierno ataca diariamente por sus orígenes acomodados calificándolo de "burgués", "candidato del imperio" y "fascista".

"El Gobierno hoy está totalmente sin rumbo, reciclando promesas, volviendo a hacer las promesas que hizo seis años atrás y no cumplió", se quejó el aspirante opositor quien, al igual que Chávez, no tiene pareja y levanta pasión entre sus seguidoras. "Todo es 're': reimpulsar, reafirmar, renovar, refritar", ha destacado.

'El flaquito', como le llaman sus simpatizantes, insiste en que su opción es una "izquierda moderada" inspirada en el modelo brasileño de mercado libre con fuerte acento social.

Capriles cree que Chávez ya ha dado todo lo que tenía que dar y clama por todos los rincones de la nación latinoamericana rica en petróleo que el tiempo del "presidente saliente" ha acabado.

"UN GRAN DOCTOR"

Al inicio de la contienda electoral todo apuntaba a que la salud de Chávez marcaría la campaña después de que en el último año se sometiera a tres operaciones en las que le extirparon dos tumores cancerosos en la zona pélvica.

Durante meses, Chávez realizó constantes viajes a Cuba para recibir tratamiento de quimioterapia y radioterapia mientras el país entero especulaba con la posibilidad de que iba a llegar a la campaña muy disminuido o incluso en un desenlace fatal a tenor de los permanentes rumores que circulaban.

Sin embargo, en el inicio de la campaña el mandatario se declaró de nuevo plenamente curado, pese a que los doctores advierten que deben pasar varios años antes de que se pueda manifestar que un paciente está libre del cáncer.

"Ojalá que haya sido una recuperación absoluta. Él dijo que se había recuperado y tomamos como ciertas sus palabras", ha expresado Capriles. "No quiero especular. Me contenta que sea así (la recuperación)", ha añadido.

Pero, en tono jocoso, Capriles se apuntó parte del mérito en la espectacular recuperación de su contrincante. "En estos días decía alguien que yo era un gran médico. Desde que empezó esta campaña le quitamos todo al candidato del Gobierno ¡Qué bueno!", ha exclamado. "Ya no viaja a Cuba, ya no hay tratamiento, ya no hay nada", ha afirmado entre risas.