CARACAS, 16 Feb. (EUROPA PRESS) -
El vicepresidente venezolano, Elías Jaua, rechazó este lunes la posibilidad de que su Gobierno vaya a comprar electricidad a la vecina Colombia ya que, a pesar de las restricciones en el suministro registradas recientemente en las áreas metropolitanas de Venezuela, se trataría de una medida "innecesaria" porque la situación energética venezolana registrará una normalidad absoluta a partir del próximo mes de mayo.
Durante una visita a la central eléctrica de Tacoa, estado de Vargas (norte), Jaua aseguró que no está previsto tomar nuevas medidas de racionamiento eléctrico. Insistió en que no sería necesario importar electricidad del país vecino e indicó que las medidas adoptadas por su Gobierno eran suficientes para garantizar la producción eléctrica en los próximos meses.
El vicepresidente venezolano insistió en que el Ejecutivo venezolano está trabajando para desarrollar un sistema de generación eléctrica alternativo al hidroeléctrico, proveniente del embalse del Guri, en el este del país, el cual aporta un 70% de la energía consumida en el país.
"Vamos a trabajar para que en el mes de mayo las principales regiones que pudieran ser afectadas producto de las sequías y los bajos niveles de los embalses hidroeléctricos puedan tener sus propias fuentes de energía", manifestó en declaraciones recogidas por los medios locales.
El ministro de Energía y Minas de Colombia, Hernán Martínez Torres, manifestó públicamente este domingo la disposición de Bogotá a vender electricidad a Caracas. Si bien es cierto, Torres reconocía que esta posibilidad era muy remota debido a que la energía que exporta Colombia es hasta cuatro veces más cara de la que podría generar Venezuela por sus propios medios.
Venezuela ha registrado problemas para garantizar el suministro eléctrico a sus ciudadanos recientemente. El Gobierno venezolano sostiene que esto se debe a los estragos ocasionados por la sequía y el fenómeno climático de 'El Niño'. La oposición, sin embargo, afirma que estos problemas se deben a la escasa inversión pública en el sector eléctrico.