Actualizado 13/01/2006 13:33

Venezuela.- Exteriores afirma que el veto es "decisión de la empresa suministradora" y no del Gobierno de EEUU


MADRID, 13 Ene. (EUROPA PRESS) -

El Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación consideró hoy que la negativa estadounidense de permitir la transferencia de componentes para los doce aviones que España se dispone a vender a Venezuela no obecede a una "represalia" por parte del Gobierno estadounidense, sino que es "una decisión de la empresa norteamericana suministradora" de estas piezas a la española CASA.

En declaraciones a la cadena SER, el director de la Dirección General de Comunicación Exterior del Ministerio de Exteriores, Manuel Cacho, confirmó que el embajador estadounidense en Madrid, Eduardo Aguirre, informó ayer al jefe de la Diplomacia española, Miguel Angel Moratinos, de esta decisión que definió de "comercial".

"Estamos ante una decisión, ateniendo a criterios internos, de la empresa norteamericana suministradora a su vez de la empresa española que quiere exportar los aviones a Venezuela", afirmó Cacho. "La no concesión de la licencia es una decisión de la empresa y se refiere a los elementos tecnológicos que llevan esos aviones y no a la totalidad de los aviones", subrayó.

En este sentido, insistió en que no se trata en ningún caso de una decisión del Gobierno estadounidense sino de la empresa que "obviamente aplicará criterios de la legalidad interna en Estados Unidos", dijo. "No es una situación inédita en el comercio internacional ya que los países aplican diversos criterios y en esta caso los criterios no son los mismos", explicó Cacho.

Según el responsable de comunidación de Exteriores, CASA "tendrá que buscar alternativas si quiere seguir adelante con esa exportación". Anoche, fuentes del Ministerio de Defensa indicaron a Europa Press que los componentes de tecnología norteamericana instalados en los aviones vendidos por el Gobierno español a Venezuela pueden sustituirse por otros procedentes de distintos países, ya que, según estas fuentes, existe tecnología similar en Italia, Francia o Reino Unido.

Asimismo, Cacho descartó que la decisión sea una "represalia" por las relaciones que mantienen Estados Unidos y España, e insistió en que se trata de "una relación entre empresas" y de una "decisión comercial" que "no es absoluto inédita en el mundo del comercio internacional".