TRIPOLI, 18 May. (EP/AP) -
El presidente venezolano Hugo Chávez desdeñó el embargo armamentístico impuesto por Estados Unidos por su nula cooperación en la lucha contra el terrorismo y pidió a la comunidad internacional que diera la espalda "al imperialismo norteamericano", en declaraciones realizadas ayer miércoles durante su visita a Libia, la cuarta desde que llegó al poder.
"Nosotros fabricamos armas y también tenemos algunas de Europa, Asia y Rusia, y dejamos la puerta abierta a China", afirmó Chávez, que insitió en que "estamos en contra del imperialismo. No aceptamos su hegemonía. El mundo en pleno debería unirse en contra de Estados Unidos", declaró a la prensa tras cenar con el líder libio, Moamar Gadafi.
"Lo que ellos pretenden ahora, tomando otra medida más arbitraria, imperial, es que nos quedemos sin armamento, ellos pretenden desarmar a Venezuela", dijo Chávez.
Mientras Venezuela ingresaba el lunes en la lista de países que sufren embargo de armas por parte de Estados Unidos, el mismo día Washington anunció que restauraba las relaciones diplomáticas con el Gobierno de Gadafi, tras retirarlo de la lista de estados que apoyan el terrorismo.
Chávez también declaró a la prensa que su Gobierno estaba interesado en cooperar con Libia en proyectos petroquímicos y en trabajar para mantener los actuales altos precios del petróleo, "que en este momento son justos".
Un funcionario venezolano en Trípoli bajo el anonimato dijo que el objeto de la reunión era discutir "programas sociales basados en ingresos petroleros". También hablarían del mercado petrolero, anticipando la reunión de la OPEP prevista para el 1 de junio en Caracas.
Horas antes, al arribar a Trípoli, Chávez había declarado su interés en la reunión. "Me da mucho gusto estar aquí para fortalecer las relaciones bilaterales, fortalecer nuestros compromisos dentro de la OPEP, para mantener los precios del petróleo, evitar que se vayan a venir al suelo de nuevo hoy tenemos un precio justo del petróleo", afirmó.