Actualizado 03/12/2006 09:15

Venezuela.- Más de 16 millones de venezolanos participan hoy en una polémica elección presidencial

Consejo Electoral descarta que se cometa un fraude a favor de cualquier de los candidatos


CARACAS, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -

Hoy finalmente se realiza en Venezuela una de las elecciones presidenciales más polémicas del continente. Aunque existe una lista de más de 10 candidatos, los 16 millones de electores se han centrado en dos alternativas: darle otra oportunidad a la izquierda que promueve el actual mandatario, Hugo Chávez, o dar un giro y optar por la "democracia social" del candidato de la oposición Manuel Rosales.

La campaña, que ha durado casi tres meses según lo establecido por el Consejo Nacional Electoral, estuvo cargada de una retórica de confrontación por parte de los dos aspirantes. El discurso de Chávez se centró en realzar al "bravo pueblo" con la obra desarrollada en nueve años de gobierno y en atacar a Rosales por apoyar el golpe de Estado en su contra de 2002 y por ser uno de los promotores del paro petrolero de diciembre de 2002 a febrero de 2003.

Asimismo, el presidente-candidato aseguró que con su estilo basado en el "Socialismo del siglo XXI" logró bajar los niveles de pobreza en Venezuela en más de 30 puntos, además de incluir en el sector productivo a millones personas que estaban en situación de paro.

Por su parte, Rosales, quien fue gobernador del estado de Zulia, la segunda región más importante del país por ser bastión petrolero en Latinoamérica, buscó el respaldo de 42 partidos políticos opositores al Gobierno, apoyos que han ido creciendo hasta llegar a 44. En su campaña intentó mostrar lo que considera las debilidades y fracasos del 'chavismo', como la ineficiencia de las misiones (programas sociales) para atajar la pobreza y el alto índice de criminalidad.

El pasado jueves durante los cierres de campaña, ambos candidatos se dieron por ganadores. Rosales, con su consigna "Atrévete al cambio", aseguró que se llevaba "millones de votos en su bolsillo" y apostó por el triunfo de los venezolanos que rechazan el comunismo y de la democracia social.

Por su parte, Chávez declaró que una vez más iba a salir vencedor en uno de los comicios que se celebran durante su mandato, los cuales ascienden a 10 entre elecciones de parlamentarios, municipales, una relegitimación de poderes en las que ganó nuevamente el título presidencial y un referendo revocatorio en su contra en los que se llevó el 60 por ciento de los votos, en medio de grandes dudas por las acusaciones ante un posible fraude.

No obstante, la criticada actitud "populista" de Chávez, su agresivo verbo contra Estados Unidos y su declarada admiración al régimen de Fidel Castro, parece no haberle restado aceptación en tierras venezolanas. Tanto las encuestas nacionales como internacionales, incluso las realizadas por empresas opositoras, le dan una ventaja del 20 por ciento sobre su más cercano contrincante.

El caso es que los analistas políticos de tendencias tanto de izquierda como de derecha, señalan que esta elección es decisiva para el futuro de Venezuela. De ser reelegido Chávez por seis años más, la oposición y los partidos tradicionales que gobernaron antes de 1998 perderían por mucho tiempo el terreno político que han logrado ganar.

DUDAS DE FRAUDE

Las dudas de que se cometa un fraude a favor del presidente venezolano fueron descartadas por el CNE durante las pruebas realizadas esta semana cuando se instalaron los 11.118 centros de votación.

El organismo electoral ha dicho que no existen posibilidades de manipular la maquinaria y confía que el secreto del sufragio quedará guardado pese al uso de las máquinas "capta huellas", las cuales han sido cuestionadas por la oposición, ya que advierten que los datos del votante quedan guardados una vez que registre su huella por medio de un sensor.

Por su parte, los más de 500 observadores nacionales e internacionales, entre los que se encuentra la Unión Europea (UE) y la Organización de Estados Americanos (OEA), han garantizado la seguridad de sus datos y el funcionamiento correcto de todo el sistema.

POLEMICA CON ESPAÑA

Para estas elecciones el CNE dejó a un lado la participación de los parlamentarios españoles dentro de la misión de observadores internacionales. Sólamente pasó invitación a la diputada Isaura Navarro, de Izquierda Unida (IU).

Esta decisión, que fue atribuída directamente al Gobierno venezolano, generó un clima de tensión diplomático. Los congresistas españoles señalaron que Chávez intenta con esto manipular los comicios a su favor, ya que los parlamentarios que no invitaron fueron los mismos que firmaron el informe en el que declararon que las elecciones municipales del año 2005 tuvieron "unos resultados catastróficos desde el punto de vista democrático".

El CNE respondió a las criticas argumentando que "el poder electoral decide a quién invita y a quién no invita". Mientras que la Embajada de Venezuela en España dudó de la "imparcialidad" de los diputados y senadores del Partido Popular, el Partido Nacionalista Vasco, Convergencia i Uniò y Coalición Canaria a quienes acusó de apoyar abiertamente al candidato Manuel Rosales.