CARACAS, 9 May. (EUROPA PRESS) -
Un militante del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) que resultó herido en el marco de los disturbios que se desataron tras las elecciones presidenciales del pasado 14 de abril ha muerto este miércoles, elevando a 11 los fallecidos por la violencia postelectoral.
El PSUV ha informado en su página web de que Gerardo Rico ha muerto hoy en el Hospital del Seguro Social de San Cristóbal, en el estado de Táchira, después de pasar 23 días en coma a causa de la paliza que recibió de manos de "grupos 'antichavistas'" el pasado 15 de abril.
"El 15 de abril, en horas de la noche, un grupo 'antichavista' le dio una golpiza tan fuerte en el sector Barrio de Las Flores, en San Cristóbal, que lo dejó en coma por daño cerebral", ha recordado la diputada del Parlamento de Táchira Nellyver Lugo.
Lugo ha lamentado "este hecho que enluta a otra familia tachirense" y ha considerado que los cinco fallecidos en este estado a causa de la violencia postelectoral "son héroes de la patria porque entregaron sus vidas por defender el ideal que (el ex presidente) Hugo Chávez sembró en sus corazones".
Además, ha acusado a la oposición de "romper la línea entre lo que es una batalla electoral y una batalla delictiva". "Desde el Parlamento de Táchira seguimos haciendo solicitudes a todos los organismos jurisdiccionales con el fin de detener a los actores materiales e intelectuales de estos hechos", ha apuntado.
De esta forma, se eleva a 11 el número de fallecidos por los choques entre oficialistas y opositores en Venezuela, de los cuales diez son 'chavistas', mientras que el número de heridos se sitúa en torno a los 80, de acuerdo con el último balance de las autoridades.
La ola de violencia se desató después de que tanto el candidato oficialista, Nicolás Maduro, como el candidato de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), Henrique Capriles, proclamaran su victoria en las elecciones presidenciales.
Aunque Maduro ya ha asumido la Presidencia de Venezuela, la MUD ha interpuesto dos recursos --uno total y otro parcial-- ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) para impugnar los comicios, denunciando miles de irregularidades durante la jornada electoral.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) ha accedido a auditar el 46 por ciento de los votos emitidos --dado que el 54 por ciento ya se auditó la noche electoral por mandato legal--, pero no con las condiciones que ha exigido la MUD.
La MUD ha pedido contar una a una las papeletas --verificando la huella dactilar-- y cotejarlas con las máquinas, los cuadernos y las actas de votación, pero el CNE se ha limitado a cotejar las máquinas con las actas, argumentando que con ello es suficiente.