MADRID 26 Feb. (EUROPA PRESS) -
Venezolanos en Madrid han organizado una vigilia para este martes con el objetivo de reclamar la liberación de la activista de Derechos Humanos hispanovenezolana Rocío San Miguel, detenida el pasado 9 de febrero en Caracas por participar en una supuesta conspiración contra el régimen de Nicolás Maduro.
La cita está prevista a las 17.30 horas en la basílica-parroquia La Milagrosa, en la calle García de Paredes, 45, con el objetivo de "pedir por la libertad de Rocío San Miguel y de los presos políticos en Venezuela".
Entre los convocantes está Marinelly Díaz, sobrina de Rocío San Miguel y que reside en Madrid. "A toda la comunidad venezolana y a todos los que creen en la causa de los Derechos Humanos por favor acompáñennos", ha pedido en declaraciones a NTN24.
"Mi tía es inocente y nosotros creemos que debe ser puesta en libertad si tiene acceso a un proceso y a la debida defensa", ha defendido, pidiendo al Gobierno español y a la UE en general que "no olviden la causa". "Necesitamos que sigan apoyándonos hasta que Rocío pueda regresar a su libertad", ha añadido.
Precisamente, durante su intervención este lunes ante el Consejo de Derechos Humanos, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha hecho mención al caso de Rocío San Miguel. Albares ha manifestado la "profunda solidaridad y apoyo" de España a "quienes defienden la libertad, la democracia y la dignidad de todas las personas".
"La reciente detención de Rocío San Miguel o la muerte de Alexei Navalni (el opositor ruso fallecido bajo custodia) nos recuerda que nuestro apoyo a las voces de estos luchadores por la libertad debe ser siempre y cada día inquebrantable".
Rocío San Miguel, directora de la ONG Control Ciudadano, está acusada de presuntos delitos de traición, conspiración y terrorismo y se encuentra recluida en el Helicoide, el centro de detención del Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN).
La hispanovenezolana fue detenida inicialmente junto a varios de sus familiares, si bien estos fueron puestos en libertad, con la excepción de su exmarido, Alejandro González, que aún sigue bajo custodia.
Albares habló el pasado 17 de febrero con el canciller venezolano, Yván Gil, para interesarse por la situación de la activista, según informó entonces su departamento, sin ofrecer más detalles.