GINEBRA, 23 May. (Reuters/EP) -
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha pedido ayuda a algunos de sus aliados, Cuba, China y Rusia, en un intento por hacer frente a la crisis sanitaria que atraviesa el país debido a la imposición de sanciones por parte de Estados Unidos, según ha informado este miércoles el ministro de Sanidad, Carlos Alvarado.
Los venezolanos llevan años sufriendo cortes de electricidad y la falta de medicamentos y material médico en el marco de una fuerte crisis política y económica.
Alvarado ha alertado durante una asamblea de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Ginebra, Suiza, de que las sanciones impuestas por occidente contra el país caribeño han llevado a la congelación de 5.600 millones de dólares en bienes, incluido oro del Banco de Inglaterra y fondos de grandes instituciones como Citibank.
Esto podría cubrir las necesidades médicas de Venezuela de cara a los próximos seis años, tal y como ha explicado. "Hoy podemos decir con certeza que el mayor problema sanitario es el bloqueo criminal del que somos víctimas por culpa de Estados Unidos", ha afirmado el ministro.
"¿Qué hacemos para superar esta situación? No podemos quedarnos de brazos cruzados. Tenemos que fortalecer nuestras alianzas con países como Cuba, China, Rusia, Turquía, Palestina e Irán", ha añadido.
En este sentido, Alvarado ha aseverado que las sanciones dañan a la población dada la falta de moneda extranjera para importar medicamentos y ha advertido de que podrían reaparecer enfermedades como el sarampión.
"La mayor amenaza es la de la guerra que el Gobierno estadounidense impone sobre la población venezolana", ha insistido. La Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, no ha descartado aún la posibilidad de llevar a cabo una intervención militar en Venezuela para expulsar al Gobierno de Maduro, al que considera ilegítimo.
La crisis ha provocado la migración de 3,7 millones de venezolanos, la mayoría desde 2015, según datos de Naciones Unidas. Alvarado estima que los 300 hospitales del país continúan en funcionamiento pero carecen de un gran número de medicinas y utensilios.