Jorge Arreaza
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CARACAS, 13 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de Venezuela ha condenado las "ilegales, absurdas e ineficaces" sanciones aprobadas por la Unión Europea y ha instado a este bloque a no "desviar la atención de sus problemas" e impedir, por ejemplo, la "inaudita" represión policial para impedir "el sagrado derecho a decidir".

"A diferencia de países que integran el bloque europeo, no buscamos desviar la atención de problemas, atacando a otras naciones", ha asegurado el Ministerio de Exteriores venezolano, en un comunicado publicado a raíz del acuerdo adoptado este lunes por los jefes de la diplomacia de los Estados miembro durante un encuentro en Bruselas.

"El Consejo Europeo debería impedir que, tal como se ha evidenciado en días recientes, el equipamiento de orden público sea utilizado en alguno de sus estados miembros, mediante la más inaudita represión policial, para evitar el sagrado derecho de decidir y a desarrollar procesos electorales en democracia y en paz", prosigue la nota, en una alusión velada a la situación en España.

Para Caracas, las nuevas sanciones violan "descaradamente" el Derecho Internacional y los "sagrados principios" de respeto a la soberanía y a la no injerencia. Las instituciones europeas, ha añadido, demuestran con este tipo de medidas su "lamentable y vergonzosa subordinación a los dictámenes del Gobierno de Estados Unidos", de quien utiliza argumentos "calcados".

"El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela exige a la Unión Europea cesar en sus actuaciones inamistosas y desmarcarse de la agenda belicista e intervencionista del Gobierno estadounidense que tanto daño ha hecho a nuestro país y al mundo", ha añadido el departamento dirigido por Jorge Arreaza, que incluso acusa a la UE de ir contra el "modelo de democracia popular" sólo porque "no calza en los moldes elitistas y corporativos".

El Ejecutivo de Nicolás Maduro también ha acusado a la UE de fingir "un supuesto consenso" cuando "la realidad es que las grandes economías europeas ejercieron notables presiones hacia el resto de los gobiernos del bloque y hacia las propias instituciones de la UE, dejando en evidencia las notables desigualdades y ausencia de democracia interna en la 'unión'".

CONTRA EL DIÁLOGO

Caracas ha vinculado los castigos con la nueva iniciativa de diálogo lanzada en República Dominicana y ha asegurado que "buscan favorecer a quienes han generado violencia política, muerte y destrucción como mecanismos para acceder al poder por vías inconstitucionales", en alusión a la oposición política.

En este sentido, ha defendido que Venezuela ha vuelto a la "paz política y social" con la elección "democrática" de la Asamblea Nacional Constituyente, un órgano al que la UE no reconoce. Para los líderes europeos, el único Parlamento válido sigue siendo la Asamblea Nacional, controlado por la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

El Gobierno venezolano ha advertido de las sanciones perjudican igualmente al "casi millón de europeios" que viven en el país sudamericano y que también "han sufrido directamente los embates de la violencia política y económica generada por la oposición en meses pasados".

"La Unión Europea establece también un peligroso precedente en las relaciones con América Latina, arrogándose la autoridad para sancionar a un país soberano, sólo