CARACAS, 4 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Asamblea Nacional de Venezuela se renovará este miércoles con una mayor representación de la oposición, que sin embargo no tendrá la posibilidad de trabajar en los asuntos claves del país porque estarán frenados por el presidente Hugo Chávez, quien cuenta con plenos poderes para legislar durante año y medio.
Los detractores de Chávez regresarán al Poder Legislativo después de cinco años de ausencia. En los comicios de 2005 los partidos de la oposición decidieron retirarse voluntariamente de la contienda alegando un posible fraude. Desde entonces, el 'chavismo' controla casi todos los escaños del Parlamento, lo que le ha permitido aprobar unas 532 leyes para reforzar la llamada revolución bolivariana.
De los 165 parlamentarios que integrarán este Parlamento unicameral en el próximo lustro, 98 pertenecen a las filas del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), mientras que 65 son de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) --que reúne a los principales grupos políticos de la oposición-- y otros dos a partidos contrarios a Chávez que decidieron no hacer coalición en las pasadas elecciones.
Pero la actividad legislativa apenas se podrá percibir en el próximo año y medio. A mediados de diciembre, la Asamblea Nacional dominada por el PSUV otorgó a Chávez --por segunda vez en menos de tres años-- plenos poderes para legislar durante 18 meses en los temas más relevantes de esa nación petrolera. Este panorama reducirá al mínimo la fuerza de la oposición y dará carta blanca al mandatario socialista para que emita los decretos con fuerza de ley que considere pertinentes.
La radicalización política de Venezuela se sentirá este miércoles en las calles de Caracas, donde los simpatizantes del PSUV protagonizarán a una gran marcha para acompañar a sus diputados a la sede del Congreso en el centro de la capital, a la par de la MUD que hará lo mismo con sus seguidores.
PROPUESTAS
A pesar de las limitaciones con la que tendrá que legislar el nuevo Parlamento, los diputados se han aventurado a presentar algunas tímidas propuestas para defender sus proyectos políticos, bien sea a favor o en contra del Gobierno de Chávez.
"Podemos asegurar que en estos cinco años se incrementó el parlamentarismo social de calle. Con esta experiencia tenemos una base para seguir desarrollando la propuesta del pueblo legislador", aseguró este lunes la presidenta saliente de la Asamblea Nacional, Cilia Flores.
"Las leyes las vamos a discutir con el pueblo y las vamos a despachar desde los mismos barrios porque vivimos en una verdadera democracia", anunció el diputado Fernando Soto Rojas, del PSUV.
La oposición, en cambio, protestará por la veintena de leyes que aprobaron de manera muy apresurada los 'chavistas' antes de que finalizara el período legislativo. Muchas de estas nuevas normas dan mayores atribuciones al Gobierno para intervenir en entidades financieras y medios de comunicación y, en algunos casos, restan espacio a sus detractores.
"La oposición venezolana tendrá las puertas abiertas de la Asamblea Nacional para discutir ideas", afirmó Soto, después de que la MUD denunciara que en Venezuela "está en marcha un golpe de Estado" promovido por la "tiranía" de Chávez.
"Ante el desmantelamiento de la democracia condenamos enérgicamente el golpe de Estado que se está produciendo por parte del régimen y alertamos de las formalidades que realizan para darle apariencia legal a las decisiones", señala el comunicado divulgado a finales de diciembre.