CARACAS, 5 Jun. (EUROPA PRESS) -

La vicepresidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, Sandra Oblitas, ha negado este martes que en el registro electoral consten personas fallecidas y que, por tanto, hayan podido votar en los últimos comicios, reiterando que "está blindado".

La rectora del CNE Socorro Hernández ha revelado que "está suficientemente probado" que en las elecciones presidenciales del pasado 14 de abril votaron personas fallecidas, aunque ha considerado que "no tiene que ser motivo de un escándalo".

"Los muertos no votan", ha dicho Oblitas, respondiendo a su colega del CNE, al tiempo que ha destacado que en los últimos años se ha mejorado el sistema de actualización del registro electoral, de modo que para sacar a una persona es necesaria su acta de defunción.

Además, ha asegurado que "es falso que existan centros de votación donde ha ejercido el derecho al voto el cien por cien de los electores", por lo que, aunque hubiera alguna irregularidad en el registro electoral, no implica que se haya traducido en un sufragio.

Oblitas ha considerado que con estas acusaciones "se han intentado recuperar viejas ideas de vicios que han sido superados por un sistema electoral que ha sido ampliamente validado por las auditorías de verificación ciudadana".

A pesar de ello, ha anunciado que el Poder Electoral llevará a cabo una "ampliación de la actividad rutinaria del registro electoral" con la instalación de 150 puntos en todo el país para actualizar los datos, según informa la cadena privada Globovisión.

CONFLICTO ELECTORAL

La inclusión de personas fallecidas en el registro electoral es una de las más de 3.000 irregularidades que, según la Mesa de Unidad Democrática (MUD), se produjeron en las elecciones presidenciales y que dieron la victoria al candidato oficialista, Nicolás Maduro.

Por ello, y dado que los comicios se decidieron por apenas 200.000 votos, la colación opositora solicitó una auditoría del cien por cien de los votos emitidos en estas elecciones presidenciales.

Tras unos días de confusión y declaraciones cruzadas, finalmente el CNE aceptó auditar el 46 por ciento de los votos emitidos, dado que el 54 por ciento restante ya se revisó la noche electoral, conforme a la legislación venezolana.

La MUD ha considerado que se trata de una "farsa" porque el CNE se ha negado a contar una a una las papeletas --verificando la huella dactilar-- y a cotejarlas con las máquinas, los cuadernos y las actas de votación.

El CNE se ha limitado a cotejar las máquinas con las actas, argumentando que con ello es suficiente y ha explicado que el recuento manual de los votos es "imposible" porque el escrutinio y la totalización se hacen de manera automatizada desde 2004.

Así, la MUD ha impugnado los comicios ante el TSJ --con dos recursos: uno total y otro parcial, que se refiere a las mesas electorales-- para "agotar la institucionalidad nacional" y ha adelantado que, si es necesario, acudirá a instancias internacionales.