Actualizado 30/07/2013 23:16

La familia de Manning reconoce su "decepción", aunque admite alivio por la absolución del cargo más grave

WASHINGTON, 30 Jul. (EUROPA PRESS) -

La familia de Bradley Manning, el soldado estadounidense acusado de filtrar documentos secretos a Wikileaks, se ha mostrado decepcionada por la condena por varios cargos de espionaje contra el soldado, aunque ha asegurado sentirse "feliz" del reconocimiento de que Manning no intentó ayudar a los enemigos de Estados Unidos.

Manning ha sido declarado culpable de 19 cargos --cinco de espionaje, cinco por robo, otro por fraude y varios de delitos militares--, pero ha sido absuelto del cargo de ayudar al enemigo, el más grave de todos y por el que podría haber sido condenado a cadena perpetua. Se enfrenta a una pena de más de cien años de cárcel, que será dictaminada el miércoles, según medios locales.

La familia, a través de un comunicado, ha precisado que "obviamente están decepcionados" por el veredicto. Sin embargo, "estamos felices de que la juez (la coronel Denise) coincidiese con nosotros en que Brad nunca intentó ayudar de ninguna forma a los enemigos de Estados Unidos", ha indicado.

"Brad ama a su país y se sentía orgulloso de llevar el uniforme", ha asegurado la familia en la nota, publicada por el diario 'The Guardian'. Además, ha agradecido el papel del principal abogado defensor, David Coombs, al igual que al mayor Thomas Hurley y el capitán Joshua Tooman por su ayuda en la defensa.

"Nos gustaría agradecer a las miles de personas que han defendido la causa de Brad, proporcionando apoyo económico y emocional en este largo y difícil momento, especialmente a Jeff Paterson, Coraje para Resistir t la Red de Apoyo de Bradley Manning. Su apoyo ha permitido al joven soldado defenderse ante no sólo el Ejército de Estados Unidos sino también del Ejecutivo", ha añadido.

Durante el proceso, Lind se negó a retirar la acusación de ayudar al enemigo, ya que los documentos entregados por WikiLeaks fueron colgados en internet y posteriormente llegaron a manos de Usama bin Laden. Coombs argumentó en varias ocasiones que Manning, que sirvió como analista de Inteligencia en Irak en 2009 y 2010, no tenía "conocimiento real" acerca de las consecuencias reales de su filtración.

El Gobierno estadounidense había argumentado que con su entrenamiento, Manning debería haber sabido que la información podría terminar en manos de personas que quisieran hacer daño a los soldados estadounidenses.

El juicio por la mayor filtración de documentos secretos de la historia llega a su fin tres años después de que Manning fuera detenido y haya pasado la mayor parte de ese tiempo en una celda de aislamiento.