MADRID, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -
La coalición internacional liderada por Arabia Saudí ha lanzado una serie de ataques aéreos contra la capital de Yemen, Saná, bajo control de la insurgencia huthi, en respuesta a los cruentos combates de las últimas horas en la provincia de Marib entre los rebeldes y las fuerzas yemeníes, aliadas del reino árabe, que han dejado al menos 120 muertos.
Se trata de al menos una docena de bombardeos que han alcanzado varios puntos de la capital, según han informado residentes a la agencia de noticias DPA. La coalición ha confirmado posteriormente los ataques en un comunicado recogido por la cadena Al Arabiya, y sin que se tenga constancia por el momento de víctimas.
Esta operación "tiene por objetivo las capacidades militares de los huthis en la capital ocupada, así como en un número de provincias del país", de acuerdo con la nota de la coalición.
Los bombardeos también responden al lanzamiento en las últimas horas de aproximadamente una decena de aviones no tripulados por parte de la insurgencia huthi contra objetivos en la frontera saudí con Yemen, una práctica habitual por parte de los rebeldes, que también se ha acentuado en las últimas semanas.
COMBATES EN MARIB
Los bombardeos tienen lugar después de que al menos 120 milicianos del movimiento huthi hayan muerto en las últimas 24 horas en combates con el Ejército en la provincia de Marib, en el norte del país, según fuentes militares.
"Las fuerzas del Ejército han frustrado esos ataques y han muerto más de 120 en las filas huthis", ha explicado la fuente en declaraciones a la agencia de noticias DPA bajo condición de anonimato.
Estos combates se producen en medio de una ofensiva militar lanzada el mes pasado por las milicias huthis, que intentan arrebatar la provincia a las fuerzas leales al Gobierno yemení.
La guerra en Yemen enfrenta al Gobierno reconocido internacionalmente, encabezado por Abdo Rabbu Mansur Hadi y apoyado por una coalición internacional, y a los huthis, respaldados por Irán. Los rebeldes controlan la capital y otras zonas del norte y el oeste del país.
El conflicto ha sufrido un recrudecimiento durante los últimos meses, pese a los esfuerzos internacionales de mediación, en una guerra que ha provocado la que es la mayor crisis humanitaria mundial. Actualmente, casi el 80 por ciento de la población, unos 24 millones de personas, necesitan ayuda.