SANÁ, 23 Feb. (DPA/EP) -
Los rebeldes huthis, que controlan el centro y el norte de Yemen, han anunciado que han reforzado sus defensas antiaéreas en medio de una escalada de la tensión entre las milicias, respaldadas por Irán, y las fuerzas gubernamentales yemeníes, apoyadas por Arabia Saudí y otros países árabes.
En concreto, los huthis han presentado un nuevo sistema antiaéreo que protegerá la capital, Saná. "Este sistema cambia el rumbo de la batalla contra el enemigo saudí-estadounidense. Estas defensas son el preludio de un sistema de defensa más avanzado para enfrentarse a amenazas aéreas hostiles", ha destacado el presidente del Consejo Político Superior que gobierna la zona huthi, Mahdi al Mashat, según recoge al televisión prohuthi Al Masirá.
Un portavoz de los rebeldes, Yahya Sarea, son el resultado del trabajo de "expertos exclusivamente yemeníes" y ha rechazado ningún tipo de implicación iraní.
Mientras, la coalición liderada por Arabia Saudí ha asegurado que ha frustrado este domingo un ataque huthi en el mar Rojo y que ha destruido una embarcación-bomba fabricada por los rebeldes. "Es una amenaza para la seguridad regional e internacional y para las rutas comerciales y mercantes internacionales", ha apuntado un portavoz de la coalición, citada por la agencia de noticias oficial saudí en declaraciones a la agencia de noticias saudí SPA.
Esta misma semana los saudíes han asegurado que sus defensas han interceptado varios proyectiles lanzados por los huthis contra ciudades saudíes.
El conflicto en Yemen, que enfrenta al Gobierno de Abdo Rabbu Mansur Hadi, apoyado por una coalición encabezada por Arabia Saudí, y los rebeldes huthis, respaldados por Irán, ha provocado la mayor crisis humanitaria actualmente abierta en el mundo y ha dejado más de 100.000 muertos.
Además, el 80 por ciento de la población necesita ayuda humanitaria, mientras que diez millones de personas están al borde de la hambruna y otros siete millones sufren desnutrición.
El Plan de Respuesta Humanitaria de la ONU para Yemen de 2019 requería 4.200 millones de dólares para ayudar a más de 20 millones de yemeníes, entre ellos diez millones que dependen totalmente de la ayuda humanitaria para sobrevivir cada mes. Hasta la fecha, solo se ha financiado al 83 por ciento.