MADRID, 10 Oct. (Notimérica) -
Cada día, en todo el mundo, los Estados ejecutan a alguien como castigo por una variedad de "crímenes" (a veces por actos que no deberían estar castigados). El terrorismo, el asesinato y, en algunas naciones incluso por su sexualidad, son actos condenados a muerte. Este 10 de octubre, se celebra el Día Mundial contra la Pena de Muerte, un acto cruel, inhumano y degradante que en pleno siglo XXI se sigue ejerciendo.
A menudo, antes de ser ejecutadas, estas personas permanecen encarceladas durante años en el "corredor de la muerte", sin saber cuándo será su último día de vida.
Amnistía Internacional se opone a la pena de muerte y trabaja para poner fin a las ejecuciones desde 1977 en todos los casos, independientemente del delito que se haya cometido. Justo en ese año, solo nueve países del mundo habían abolido la pena de muerte. Actualmente, esa cifra asciende a 140.
La pena de muerte niega derechos humanos, es irreversible y ya no se puede volver atrás, no disuade contra el crimen, se aplica de forma discriminatoria y, en algunos casos, se usa como herramienta política. Es por ello que esta actividad sangrienta y sin sentido hay que abolirla del mundo.
UN DÍA PARA LA HISTORIA
El 22 de junio de 2001, los participantes al primer Congreso Mundial contra la Pena de Muerte, "iniciado y organizado por la asociación francesa Juntos contra la Pena de Muerte", aprobaron la Declaración de Estrasburgo, en el Salón del Consejo de Europa.
Los firmantes se comprometieron a "establecer una coordinación mundial de las asociaciones y militantes abolicionistas, cuyo primer objetivo es el de establecer un día internacional para la abolición universal de la pena de muerte."
Tras varias reuniones preparatorias en París y Bruselas, la mayoría de los protagonistas de esta iniciativa se encontraron en Roma, el 13 de mayo de 2002, para establecer oficialmente la Coalición Mundial contra la Pena de Muerte. Un Comité Directivo de 11 miembros fue elegido, y es, desde entonces, renovado en cada Asamblea General anual.
La Coalición Mundial inauguró en 2003 el primer Día Mundial contra la Pena de Muerte.
CIFRAS ESPELUZNANTES
En 2016, 23 países llevaron a cabo ejecuciones, siendo los responsables de la gran mayoría de ellas un pequeño grupo de Estados: China, Irán, Arabia Saudí, Irak y Pakistán.
Aún queda mucho camino por recorrer en estos Estados que no pueden dar la vida a nadie, pero sí quitarla arbitrariamente.