Actualizado 16/07/2018 08:38

2017, el año más violento de la historia de México

Ley de Seguridad Interior México
Getty - Archivo

   CIUDAD DE MÉXICO, 15 Jul. (Notimérica) 

   El pasado 2017 ha sido el año más violento de la historia de México, desde que se tiene registro. Este y otros muchos datos del país han sido desvelados por el 'Institute for Economics and Peace' en el informe 'Índice de Paz en México', uno de los más prestigiosos indicadores de la situación de la paz y la seguridad en el mundo.

   Los datos que reflejan el aumento de violencia en el país iberoamericano son impactantes. En 2017 México ha registrado más de 29.000 asesinatos, lo que supone un aumento del 25 por ciento anual. Además, la violencia con armas de fuego se ha incrementado por segundo año consecutivo, en este caso, el 69 por ciento de estos miles de asesinatos fueron cometidos con este tipo de arma. No solo han aumentado los asesinatos: la tasa de delitos con violencia ha aumentado un 15,2 por ciento entre 2017 y 2016.

   El crecimiento de la violencia y la escasa seguridad es, además, un fenómeno en trasversal que afecta a casi todos los estados del país. Solo siete de los 32 estados del país han mejorado su nivel de paz de 2016 a 2017 y, además, la situación de la paz ha empeorado en 25 de los estados.

   La violencia en México no solo se produce fuera de las casas, también en el interior. La violencia intrafamiliar, entendida como aquella que se produce en el seno de la familia, también ha aumentado en el país, en concreto un 32 por ciento en lo últimos tres años.

EL PRECIO DE LA VIOLENCIA

   A las innegables pérdidas humanas que comporta la violencia, se suma el impacto económico. Los altos niveles de violencia cuestan a México 4,72 billones de pesos, lo que supone un 21 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) del país. Además, el impacto económico de la violencia ha crecido un 15 por ciento en el último año, lo que supone 634.000 millones de pesos.

   En términos comparados, el impacto económico de la violencia ha supuesto a México un gasto ocho veces superior a la inversión en sanidad y siete veces superior a la inversión en educación en 2017.

   Del gasto generalizado que la violencia supone para el Estado, el fenómeno al que más fondos públicos se han tenido que dedicar es a los homicidios, un 46 por ciento del gasto total. El impacto en el PIB de los homicidios en el país es de 2,18 millones, un 10 por ciento del indicador.

   En contraposición a estos datos, el informe del 'Institute for Economics and Peace' apunta que el país dedica el 1 por ciento de su PIB a invertir en seguridad interna y en el sistema judicial, lo que representa "solo el 60 por ciento de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)".

PAZ POSITIVA

   El concepto de 'paz positiva' se define como "el conjunto de actitudes, instituciones y estructuras que crean y sostienen sociedades pacíficas". Este indicador se mide con el Índice de Paz Positiva (IPP), el cual "proporciona un nivel de referencia de la eficacia y la capacidad de un país para construir y mantener la paz".

   En el caso de México, el IPP es uno de los indicadores más positivos con respecto a la paz en el país. México cuenta con un IPP superior al promedio mundial y a la media de países iberoamericanos, situándose en el puesto 59 de 163.

   Sin embargo, y como contraste, ocupa el puesto 142 de 164 en el Índice de paz Global (IPG), también llevado a cabo por el 'Institute for Economics and Peace'. "Cuando un país se clasifica en un sitio más alto en el IPP que en el IPG, se dice que tiene un excedente de Paz Positiva. Eso indica que México cuenta con el potencial de mejorar sus niveles de paz", apunta el informe.

   El concepto de 'paz positiva' se apoya en ocho pilares, en cinco de los cuales México destaca, a saber: buenas relaciones vecinales, aceptación de los derechos de los demás, alto nivel de capital humano, entorno empresarial sólido y distribución equitativa de los recursos.

   Por contrapartida, tiene un resultado muy deficiente en buen funcionamiento del gobierno, libre flujo de información y bajo nivel de corrupción. El organismo destaca que "los pilares en los que el desempeño de México fue deficiente son característicos del tipo de debilidad institucional que permite un incremento de la delincuencia organizada".

   La paz es una situación que México aún vislumbra lejos. Con unas tasas de asesinatos, secuestros, violaciones, extorsiones y agresiones altísimos, algunos de sus estados se consideran zonas de extremo peligro. Una mejora de esta situación pasa, entre otras cosas, por la reducción de la corrupción y la impunidad, la creación de confianza en instituciones y cuerpos de seguridad, la lucha contra las acciones violentas concretas y contra el tráfico de drogas, armas y personas y una reforma del modo en que el Gobierno hace uso de la fuerza, tal y como especifica este informe.

   La paz y la seguridad son un derecho de todos los ciudadanos, un derecho del que los mexicanos no pueden gozar plenamente. Luchar contra la violencia ha de ser, así, una de las prioridades ineludibles del recién estrenado Gobierno del izquierdista Andrés Manuel López Obrador.