Actualizado 29/07/2018 00:29

29 de julio, 52 años de La Noche de los Bastones Largos en Argentina

NOCHE DE LOS BASTONES LARGOS
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    BUENOS AIRES, 29 Jul. (Notimérica) -

   La Universidad de Buenos Aires (UBA) fue el escenario en el que, el 29 de julio de 1966, sucedió uno de los hechos más vergonzosos de la historia académica del país. El Gobierno de Onganía, entonces presidente de Argentina, ordenó desalojar y desmantelar varias facultades del país ante las muestras de oposición de su personal y sus estudiantes a sus medidas políticas.

   El general Juan Carlos Onganía tomó el poder tras derrocar al presidente Arturo Illia, dando inicio a una época que la historia conoce como la 'Revolución Argentina'(1966-1973).

   Una de las primeras acciones que Onganía realizó como mandatario fue tratar de acabar con la autonomía universitaria --que se había iniciado con la Reforma Universitaria del año 1918--, ya que consideraba que toda institución educativa debía estar dirigida por el Gobierno.

   Ante ello, los estudiantes y docentes universitarios organizaron manifestaciones en las distintas facultades de la UBA para mostrar su desaprobación hacia las medidas adoptadas por el gobernante. Onganía ordenó a las fuerzas de seguridad del Estado que detuviera cualquier acto de protesta contra su persona y que echara a todos los presentes.

   Así, la Policía Federal Argentina (PFA) se encargó de ir a las facultades y desalojar a todas las personas que estaban dentro. Los protestantes salieron sin oponer resistencia alguna, lo que no impidió que las autoridades les golpearan con porras y bastones según iban saliendo del recinto, provocándoles heridas y hematomas.

   

   El entonces decano de la UBA, Rolando García, se enfrentó a las autoridades ante lo que él consideraba una falta de respeto. "¿Cómo se atreve a cometer este atropello? Todavía soy el decano de esta casa de estudios", le dijo García a un miembro de la Policía. El agente le respondió dándole un golpe en la cabeza con la porra y provocándole una brecha.

   Estos hechos son conocidos históricamente como los relativos a la 'Noche de los Bastones Largos', denominación que deriva de las porras que usaron los policías para reprimir las protestas. Además de echar a los estudiantes y al cuerpo docente del edificio, la PFA se encargó de desmantelar toda la universidad y quemar todos los libros que tuviera la institución.

   A partir de ese momento, Onganía prohibió los centros de estudiantes y ordenó el cese de cualquier actividad política en las facultades universitarias de todo el territorio argentino. Tras la represión universitaria, muchos de los docentes decidieron huir del país, mientras que otros renunciaron y los demás se quedaron.

   'La noche de los Bastones Largos' fue un momento de ruptura entre la comunidad académica y el gobierno, lo que produjo un atraso educativo que duró siete años, además de la emigración de muchos académicos al extranjero.