Actualizado 28/08/2017 11:55

Unas 500.000 personas son víctimas de trata de personas en México

Trata de personas, esclavitud
MARIO TAMA/GETTY

   CIUDAD DE MÉXICO, 26 Ago. (Notimérica).-

   México cuenta con unas 500.000 víctimas de trata de personas, según datos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

   En el estudio 'Diagnóstico sobre la situación de la trata de personas en México', se afirma que este dato es aproximado, ya que es un delito que no suele denunciarse.

   En cuando a la clasificación de las víctimas, otro estudio de la CNDH ha determinado que el 93 por ciento de las víctimas de trata son mujeres y el 26 por ciento menores de edad.

   Con respecto a esta lacra, la investigadora del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe), María Olga Noriega Sáenz, ha declarado que este es un delito muy completo, debido a que es "multicasual, multifactorial y pluriofensivo", ya que "México se considera un país de origen, tráfico y destino de la trata de personas".

   Sáenz también ha puesto de manifiesto las limitaciones de la ley contra la trata de personas en el país, que no se ajusta a la definición aportada por el Protocolo de Palermo, firmado por México, lo que ha creado confusión a la hora de llevar acciones reales contra el delito por parte de policías y administraciones públicas.

   Otra de las deficiencias del sistema es la omisión y la complicidad de determinados funcionarios. Sáenz ha apuntado que "falta voluntad política, porque el negocio de la trata de personas genera millones y millones de dólares".

   La trata de personas se ha convertido en el tercer negocio ilícito que más beneficios reporta a nivel mundial, tras el tráfico de drogas y de armas, con ganancias de más de 36.000 millones de dólares al año, según ha publicado 'Rusia Today'.

   Por su parte, el profesor e investigador de la Facultad Latinoamericana de ciencias Sociales (Flacso), Rodolfo Casillas Ramírez, ha afirmado que la normativa mexicana confunde la trata de personas con el mercado del sexo.

   Ha explicado que "si tenemos un problema social muy fuerte y tenemos una confusión conceptual, es muy difícil que las autoridades y la sociedad en general pueda hacer una buena labor para contrarrestar el delito".

   También ha señalado que existen personas que se encuentran en el mercado sexual y "tienen un margen de libertad para poder decidir si siguen o hacen o no hacen, hasta cuándo hacen y cómo lo hacen; es una forma de explotación, pero no es una forma de esclavitud".

   En el caso de la trata de personas es más cercano a la esclavitud, ya que la víctima "no tiene la menor libertad de elegir nada; es un objeto, una mercancía que no tiene capacidad de decidir en absoluto en lo que se refiere a su trato como mercancía ni en el aspecto de su vida privada".