Publicado 15/08/2025 12:06

Acción contra el Hambre ayudó a un millón de personas en Sudán en 2024: 30 millones necesitan asistencia urgente

Archivo - Reparto de alimentos por parte del PMA en la localidad de Karam, en Sudán del Sur
Archivo - Reparto de alimentos por parte del PMA en la localidad de Karam, en Sudán del Sur - WFP/GABRIELA VIVACQUA - Archivo

   MADRID, 15 Ago. (EUROPA PRESS) -

   Acción contra el Hambre, entre abril de 2023 y diciembre de 2024, ayudó a más de 1,2 millones de personas de Sudán, en concreto, residentes de Darfur Central, Kordofán del Sur, Nilo Blanco, Nilo Azul y Estado del Mar Rojo con sus programas de nutrición y salud, agua, saneamiento e higiene y género.

   Sin embargo, la ONG alerta de que la temporada de lluvias, que se extiende de junio a octubre y ahora alcanza su punto más crítico, está teniendo un impacto devastador en el país ya que las precipitaciones intensas han comenzado a causar inundaciones generalizadas, que destruyen infraestructuras esenciales, favorecen los brotes de enfermedades infecciosas, bloquean rutas clave y dificultan gravemente el acceso de ayuda humanitaria a las comunidades más vulnerables.

   Sudán se enfrenta de este modo a la peor crisis humanitaria del mundo tras más de dos años de conflicto armado: 30 millones de sudaneses necesitan "asistencia urgente" y 25 millones sufren inseguridad alimentaria aguda. En 2024, la ONU advirtió sobre una hambruna en Zamzam (Darfur), la primera en más de siete años.

   Las inundaciones causadas por las lluvias no sólo destruyen viviendas y caminos, sino que también contaminan las fuentes de agua, forzando a miles de personas a consumir agua no potable y exacerbando el riesgo de padecer enfermedades infecciosas. En lo que va de año, ya se han reportado cerca de 40.000 casos y más de 900 muertes por cólera, y se espera que los brotes se agraven con el avance de las lluvias, según la ONG, presente en Sudán desde 2018.

   Añade que también se ha detectado un aumento de casos de diarrea aguda y fiebre tifoidea, en especial en zonas superpobladas como los campamentos de desplazados, donde el acceso a agua potable e higiene es prácticamente inexistente.

   Esta situación, prosuigue la ONG, lleva al límite a unos sistemas de salud y saneamiento ya de por sí frágiles. En regiones como Darfur, Kordofán del Sur o Nilo Azul, donde el 80% de los hospitales están cerrados y más del 60% de las plantas de tratamiento de agua están fuera de servicio, es casi imposible responder a la crisis. En campamentos superpoblados como Zamzam, la situación es especialmente crítica debido a las condiciones insalubres, el hacinamiento y la falta de atención médica adecuada, que afectan especialmente a mujeres y niños.

   Según la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria (IPC), las condiciones de hambruna declaradas en Darfur del Norte y las Montañas Nuba Occidentales podrían llegar a extenderse a otras cinco localidades, con 17 zonas adicionales en riesgo.

   En aquellos lugares a los que la ayuda llega con más dificultad, las personas sobreviven comiendo pasto para animales, raíces o hierbas silvestres que no cumplen con las necesidades nutricionales básicas. Más de 3 millones de niños menores de cinco años podrían sufrir desnutrición aguda este año, 770.000 de ellos en su forma más grave, alerta la ONG.

   "La declaración de hambruna es una medida extrema, reservada solo para las situaciones más graves. No se hace a la ligera: implica que el hambre ha alcanzado niveles tan críticos que la vida de gran parte de la población está en peligro inminente. Es una alarma máxima que debe tomarse con toda la seriedad que merece, ya que refleja que Sudán se enfrenta a la peor crisis humanitaria de nuestro tiempo", denuncia la directora de operaciones en África en Acción contra el Hambre, Paloma Martín de Miguel.

   Precisamente este jueves, unos 30 países donantes de ayuda para Sudán, entre ellos España, han instado a las partes enfrentadas en la guerra a proteger el bienestar de los civiles que están "atrapados" en la ciudad de El Fasher y sus alrededores, en la región de Darfur, donde "la población se muere de hambre" ante el cierre total de las rutas comerciales y el bloqueo a la ayuda.

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