Publicado 04/07/2014 12:59

Los agujeros de la Tierra: la peligrosa vida de los mineros ilegales

A miner holds a torch to illuminate the area through a crack on the floor at the
JORGE CABRERA / REUTERS

MADRID, 4 Jul. (Notimérica/EP) -

Las minas han sido siempre lugares peligrosos, tanto por sus dificultades de acceso como por los movimientos inesperados en un terreno desconocido. A esta dificultad habitual de trabajar en uno de los lugares más inhóspitos de la Tierra, se añade el componente de la ilegalidad cuando se trata de minas que no están certificadas.

En la mina de San Juan Arriba, en el municipio de El Corpus (Honduras), continúan atrapados once mineros, que sin agua, comida y con el poco aire que tienen, podrían sobrevivir aproximadamente tres o cuatro días. Un corrimiento de tierras es lo que ha provocado su encierro.

Esta mina es especialmente peligrosa porque su material es la caliza, mucho más erosionable y sensible a la lluvia, lo que favorece los corrimientos. Por eso, no era legal y estaba prohibido el trabajo en ella. Sin embargo, quienes se aventuran a entrar, ganan 14 dólares cada hora, una cifra que triplica el salario habitual de la zona.

América Latina es un lugar de enorme potencial geológico, con numerosas minas de extracción de materiales como el oro, hierro, cobre, plomo o zinc. Sin embargo, la seguridad en ellas no es la más deseable y faltan controles que aseguren que no se permite el acceso a las minas ilegales.

ANTECEDENTES

La mina de San Juan Arriba no es el primer caso este año de accidente bajo la tierra. En una mina ilegal de oro en el departamento de Cauca, en Colombia, fallecieron 12 personas entre el 4 y 5 de mayo a causa de un desplome.

También en Colombia, en el departamento de Antioquía, una explosión el 26 de abril en la mina ilegal de El Platanal provocó que 40 mineros tuviesen que ser atendidos.

Febrero también fue un mal mes para la minería en Colombia, ya que en la mina rural de oro situada en el departamento de Nariño, perdieron la vida 10 personas y 25 resultaron heridas a causa de un alud. También en México murieron dos personas el 10 de enero en la mina de plata situada en Durango por una descarga eléctrica.

LA VIDA DEL MINERO

Las minas son peligrosas no sólo por los riesgos que implica el trabajar en ellas, sino también por las consecuencias a largo plazo que sufre un minero: reumatismo, fallos en los pulmones, presión alta, deficiencias visuales y excoriaciones o falta de alguna capa en la piel.

Además, la sensación de trabajo bajo tierra es muy desagradable, ya que se trata de lugares con temperaturas muy altas, elevada humedad y aire saturado, además de falta de luz. La amenaza de corrimientos o aludes está presente hasta en las minas legales, así como la del grisú, un gas inflamable compuesto principalmente de metano que se desprende de las minas de hulla y explota en contacto con fuego.

También es peligroso el gas HO, una mezcla de hidrógeno y oxígeno, que se mantiene suspendida a medio metro del suelo y con el movimiento se eleva, adormeciendo a quien lo respira y produciendo una muerte silenciosa.

Los riesgos durante el trabajo en la mina y las consecuencias en el futuro no se ven recompensadas con el salario, ya que no se trata de un oficio bien pagado en América Latina. Sin embargo, son muchos los jóvenes que buscan su suerte en las minas a pesar del peligro, por carecer de opciones mejores.