Actualizado 14/07/2017 09:29

Agustín Carstens deja el Banco Central de México orgulloso de haber incrementado su independencia y solidez

Agustín Carstens
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   CIUDAD DE MÉXICO, 13 jul (Reuters/Notimérica).-

   A pesar de que la inflación está en el mayor nivel en más de ocho años, el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, está orgulloso de sus logros de cara a su salida del organismo.

   En una entrevista con la agencia de noticias Reuters, Carstens, quien previamente desempeñó el cargo de secretario de Hacienda y tiene credenciales académicas de primera clase, se describe a sí mismo como el último de una línea de gobernadores que reforzaron la autonomía del banco central de México.

   A sus 59 años, Carstens, muy respetado en Wall Street, dejará el despacho en diciembre para tomar el máximo cargo en el Banco de Pagos Internacionales (BIS, por su sigla en inglés). Ha dicho que recortó una titularidad que se debía durar hasta 2021 debido a que oportunidades como la del BPI solo se presentan ocasionalmente.

   Tras tomar posesión del cargo en 2010, Banco de México comenzó a publicar minutas de las reuniones mensuales de política monetaria y Carstens incrementó la calidad y el flujo de datos y análisis acerca de la segunda mayor economía de América Latina.

   "Ello ha llevado al Banco de México a ser uno de los bancos centrales más sólidos, no sólo entre los mercados emergentes, sino también en general, incluidos los bancos centrales de las economías avanzadas", ha dicho Carstens.

   El elogiado periodo en que Carstens frente a la entidad monetaria está terminando con altibajos. Bajo su supervisión, la inflación anualizada se aceleró hasta 6.31 por ciento en junio, lejos de la meta del banco central de 3.0 por ciento y a su nivel más alto desde diciembre de 2008.

   Los grandes culpables del alza sostenida de los precios fueron la caída del peso frente al dólar tras la sorpresiva elección de Donald Trump en Estados Unidos en noviembre y el repunte en los precios de la gasolina luego de que el Presidente Enrique Peña Nieto comenzó a eliminar este año los subsidios gubernamentales.

   Carstens ha admitido que estaba decepcionado de dejar el cargo con una inflación alta. "Por supuesto que me habría encantado tener dentro de los registros de mi periodo que hubiésemos consolidado el objetivo de 3 por ciento", ha indicado el funcionario, que ha liderado el banco central por ocho años.

   Sin embargo, agregaba que la liberación de los precios de las gasolinas podría ser positiva para la economía a largo plazo. "Si no lo tomas en cuenta, porque esto no es un aumento generalizado de los precios, no estamos tan lejos de nuestro objetivo", comentaba el gobernador.

   El peso mexicano se debilitó más de uno por ciento frente al dólar el primero de diciembre, cuando Carstens anunció su plan de dejar el banco, lo que sorprendió a inversores y aumentó las preocupaciones acerca de quién podría reemplazarlo. Posteriormente, la moneda cayó aún más, hasta sus mínimos históricos, después de que Trump tomó posesión, aunque se ha recuperado desde entonces.

   En un esfuerzo por abatir los precios, Carstens y el resto de los miembros de la junta de gobierno han incrementado las tasas de interés consecutivamente en siete reuniones de política monetaria. La tasa referencial actual está en 7.00 por ciento, su mayor nivel desde 2009.

   Carstens ha dicho que las críticas sobre la actual tasa de inflación sólo muestran cuánto el banco central ha evolucionado en las últimas décadas desde mediados de los noventa, cuando la inflación se aceleró cerca de 52 por ciento.

   "Cuando el Banco de México se volvió independiente hace más de 20 años, (los actuales niveles) de la inflación fueron considerados como aceptables", incluso extremadamente buenos. Hoy, la sociedad mexicana considera un 6.3 por ciento de inflación como excesiva e indeseable, y debería ser de esa manera", dijo.

   Carstens, quien obtuvo un doctorado en economía en 1985 de la Universidad de Chicago, sirvió dos períodos en el Fondo Monetario Internacional (FMI), incluyendo el cargo de director general adjunto, y buscó sin éxito el puesto de jefe del FMI en 2011, perdiéndolo ante Christine Lagarde de Francia.

   El Presidente Peña Nieto aún no ha anunciado quién lo reemplazará.