CIUDAD DE MÉXICO, 3 Feb. (Notimérica) -
Cada 2 de febrero, en la ciudad mexicana de Tlacotalpan, Veracruz, una gran cantidad de personas se dan cita a orillas del río Papaloapan para celebrar una brutal y violenta tradición con el toro como protagonista involuntario.
El conocido como 'embalse de toros' consiste en llevar a seis toros cebú atados a una embarcación de una orilla a la otra a través del caudaloso río. Aunque algunos consiguen cruzar, muchos mueren en el intento ahogados.
Para más crueldad, antes de meterles al agua les meten a la fuerza una botella de aguardiente para alcoholizarlos. Luego los amarran, los golpean y les tuercen el rabo para hacerlos enfurecer, de acuerdo al portal de noticias 'Upsocl'.
Pero la brutal tradición no termina ahí, pues los animales que consiguen llegar a la otra orilla son posteriormente golpeados y maltratados con el fin de hacerlos enfurecer.
Incluso a muchos de los toros les llegan a mutilar los genitales y el rabo. El sufrimiento del animal solo termina de una forma: con su muerte. Para finalizar la cruel 'fiesta', los cuerpos de los animales son recogidos por el ayuntamiento y los trasladan al rastro municipal.
A pesar de que esta cruel tradición es promovida por el gobierno municipal y por el Gobierno del Estado de Veracruz, la edición de 2017 ha estado cerca de no celebrarse ante las protestas provocadas por quienes quieren abolir esta práctica.
Los manifestantes incluso intentaron liberar a los toros con el fin de impedir la celebración del 'embalse de toros'. Pero sus defensores, furiosos, rompieron las puertas del Palacio Municipal para sacar a rastras al alcalde de Tlacotalpa, Homero Gamboa Martínez, y forzar la celebración del evento, que finalmente se llegó a producir.