Actualizado 27/11/2018 16:51

Aldeas Infantiles atiende a 300 niños migrantes que han sido deportados a Honduras solos

Varias personas y niños de la caravana de migrantes que atraviesa América
REUTERS

   MADRID, 27 Nov. (EUROPA PRESS) -

   Honduras ha recibido a al menos 300 niños de la caravana de migrantes centroamericanos que viajaban sin la compañía de ningún adulto y que han sido deportados desde otros países de tránsito antes de alcanzar la frontera con Estados Unidos, según ha informado este martes Aldeas Infantiles SOS en un comunicado.

   Más de 1.300 migrantes partieron el pasado 13 de octubre de la ciudad hondureña de San Pedro Sula rumbo a Estados Unidos, si bien en las semanas siguientes se sumaron muchos más hasta conformar una columna de miles de personas que se ha topado con la acción de las fuerzas de seguridad a su paso.

   La ONG ha indicado que unos 3.080 menores han regresado a Honduras en este mes y medio, de los cuales al menos 300 estaban solos. La mayoría fueron deportados desde Guatemala, mientras que los demás apenas habían cruzado la frontera hondureña cuando fueron interceptados por la Policía.

   Aldeas Infantiles SOS ha atendido en el último mes a 59 niños migrantes no acompañados con edades comprendidas entre los 3 y los 17 años en su centro de Santa Rosa de Copán. "La mayoría (...) admite que intentarán cruzar la frontera nuevamente. Otros están asustados, nerviosos y ansiosos por regresar con sus familias", ha contado el director nacional de la ONG en Honduras, Nicolás Alfaro.

   Alfaro ha explicado que "es esencial que reciban cuidados". En concreto, ha llamado la atención sobre el impacto psicológico en los niños. "Algunos están tristes. Nosotros les facilitamos atención emocional inicial, pero dado que el tiempo que permanecen es breve, no hay oportunidad de tratar su salud mental a largo plazo", ha lamentado.

   La ONG ha señalado que, si bien la migración infantil no es un fenómeno nuevo en Honduras, ha crecido significativamente tras las elecciones presidenciales del año pasado. Y, "si las cosas no cambian, se convertirá en un círculo vicioso y estos niños intentarán irse una y otra vez", ha advertido.

   Alfaro ha especificado que "se van por la violencia, la presión de los compañeros o porque quieren buscar oportunidades en otro país". En algunos casos "son niños que no saben leer ni escribir", mientras que "otros abandonaron su educación para trabajar en los campos por menos de cuatro dólares al día", ha comentado.

   La organización humanitaria se prepara para aumentar su capacidad de atención a los niños migrantes retornados. Así, ha abierto un segundo programa de acogida en Choluteca.

   En este contexto, ha reclamado a los países implicados --origen, tránsito y destino-- que pongan en marcha mecanismos de protección a los migrantes con especial atención a los niños, evitando su "criminalización y estigmatización".